San Juan (EFEUSA) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene quien le quiera en Puerto Rico, y menos desde el huracán María: tras fallar fondos públicos para erigir una estatua en su honor al lado de otros expresidentes, se busca dinero privado para recaudar $45,000 que cuesta su figura de bronce delante del Capitolio, una parada obligada para turistas.
La idea proviene de la Federación de Universitarios Republicanos de Puerto Rico, cuyo vicepresidente, Melvin Soto, explicó a Efe que a Trump se le debe incluir en el Paseo de los Presidentes, en el Viejo San Juan, porque allí también ubican las nueve imágenes en bronce de los otros exmandatarios que han visitado a la isla.
En el paseo se encuentran las estatuas de los expresidentes Franklin D. Roosevelt, Herbert Hoover, Harry Truman, Theodore Roosevelt, Dwight Eisenhower, John F. Kennedy, Gerald Ford, Bill Clinton y Barack Obama y es un punto de parada obligatoria para todo turista que llega a la isla.
«La estatua de Trump irá acorde con las demás que hay en el lugar. No es resaltar una más que otra», aclaró Soto.
Cada estatua mide unos seis pies de alto (dos metros), y está elaborada en bronce.
Igualmente, cada estatua cuenta con una leyenda sobre los expresidentes.
La instalación del paseo y las esculturas surge por una orden administrativa que aprobaron los entonces presidentes de la Cámara de Representantes y Senado en el 2008.
Por ello, y porque Trump visitó a Puerto Rico un par de semanas después del paso del huracán María en septiembre de 2017, es que el organismo estudiantil promueve que se construya y se ubique una estatua en honor y agradecimiento al presidente estadounidense.
El diseño, la creación y el montaje de la estatua de Trump, que tiene un costo aproximado de $45,000, será construida con fondos privados y no públicos.
Todos los anteriores se erigieron con fondos públicos.
«La Legislatura ha mencionado que debido a la crisis fiscal, pues no hay dinero. Pasado el caso de cuando vino el presidente, pues empezamos a hacer la recaudación para a la misma vez, se le hace un alivio económico al Gobierno», sostuvo Soto.
Por ello, la Federación de Universitarios Republicanos de Puerto Rico puso en marcha la campaña «¡Build 45!» en la plataforma digital GoFundMe, un sitio de microfinanciación.
Al momento, el organismo ha recolectado $9,430 y busca un escultor que la haga.
«Si seguimos al paso que vamos, vamos a llegar a la meta pronto», afirmó Soto, estudiante de Ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.
La defensa para la estatua de Trump, según explicó Soto, es porque ha sido el presidente estadounidense que más dinero le ha asignado a Puerto Rico después de un huracán, ha sido el único que ha visitado la isla después de un desastre natural y porque ha disminuido el desempleo entre los hispanos en los Estados Unidos.
«Ha hecho unas cosas fenomenales por los Estados Unidos y ha crecido la economía», agregó.
De igual manera, Soto mencionó que Trump es el primer presidente estadounidense que invita a un gobernador de Puerto Rico a su Despacho Oval, y que el mandatario norteamericano estuvo en comunicación constante con el jefe del Ejecutivo puertorriqueño, Ricardo Rosselló, tras el paso del huracán María.
Actualmente, el estatus político actual de Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, obtenido el 25 de julio de 1952.
Bajo este estatus político, a través de una constitución propia, le permite a Puerto Rico cierto grado de autonomía, aunque Washington se reserva áreas críticas como relaciones diplomáticas, defensa o fronteras.
Los puertorriqueños, por su parte, gozan de la misma moneda que los estadounidenses, así como de la ciudadanía estadounidense, que se les confiere desde el 2 de marzo de 1917 aprobada por la Ley Jones-Shafroth.
No obstante, los puertorriqueños que viven en la isla no pueden votar en las elecciones presidenciales estadounidenses.