Los Ángeles, 15 oct (EFE News) – Para los trabajadores agrícolas del Valle Central, zona conocida como «la despensa» de EE.UU., tener agua potable en sus viviendas debería ser un derecho y no un privilegio. Sin embargo, los campesinos latinos de esta zona de California sufren los más altos niveles de contaminación del agua, incluida la de nitratos, una de las más peligrosas e indetectables.
“El agua limpia es un derecho humano sin el cual no podemos vivir, y no un privilegio”, señaló en entrevista con Efe Susana De Anda, directora ejecutiva y fundadora de la organización de defensoría Centro Comunitario por el Agua (CWC).
No obstante, la activista señaló que hay millones de personas que no cuentan con agua potable en las regiones agrícolas de California.
“En su mayoría esta realidad se encuentra en lugares de bajos recursos y en comunidades latinas como los trabajadores campesinos o los trabajadores esenciales”, apuntó.
La contaminación por nitratos afecta a 5.5 millones de personas en comunidades latinas que tienen en su agua de grifo niveles de estos compuestos iguales o superiores a los índices permitidos por los estándares federales, de acuerdo con un análisis de la organización sin fines de lucro Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) publicado este mes. Así, 42% de las comunidades latinas evaluadas en California consumen agua contaminada con nitratos, reportó el estudio.
Con más de 20 años defendiendo el derecho al agua potable de las comunidades rurales de California, De Anda expuso que aunque se han logrado avances todavía falta mucho. “En 2012, la legislatura de California aprobó la ley AB685, que declaró el agua limpia como un derecho humano y no un privilegio”, enfatizó.
Igualmente en 2019, refirió la activista, se aprobó la ley SB200, “que garantiza 1.400 millones de dólares para ayudar incluso a las personas con pozos privados que no tienen agua limpia”.
Pero esta partida, proveniente del 5 % de los ingresos anuales del Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero con un máximo de 130 millones de dólares anuales a partir de 2020, puede verse afectada por la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus.
La familia de Cristóbal Chávez, propietario de una finca de 15 acres (6 hectáreas) en Porterville, en el Valle de San Joaquín al noroeste de Los Ángeles, ha sido una de las damnificadas por el consumo de agua contaminada.
“A mi esposa le detectaron cáncer hace cinco años y creemos que se debe a que durante 12 años consumimos agua contaminada sin saberlo”, contó Chávez a Efe.
Chávez, que durante 26 años trabajó como conductor de camiones en Los Ángeles, llegó a vivir en su propiedad en 2003, pues un problema de espalda le impidió seguir con su ocupación de camionero. Acostumbrada a beber “agua de la llave” en Los Ángeles, su familia no sabía que en Porterville el líquido tenía altos niveles de contaminantes, incluidos los nitratos.
“Fueron 12 años tomando agua contaminada, sin saber”, reclama el agricultor, que responsabiliza a las autoridades locales por no advertir claramente sobre esta situación que solo conocieron en 2013 cuando recibieron información del Centro Comunitario por el Agua.
Las dos hijas del matrimonio Chávez, actualmente de 19 y 26 años, han presentado quistes en los ovarios y sus padres creen que eso también es una consecuencia de beber agua contaminada durante tantos años. “Aunque no estamos seguros, creemos que puede ser por la misma causa, por la contaminación del agua”, comentó Cristóbal.
Adicionalmente, aunque al hervir suficientemente el agua se destruyen muchas bacterias, en el caso de los nitratos este método incrementa la contaminación.
“Cuando se hierve el agua los nitratos permanecen y su concentración aumenta, por lo que es muy importante leer y entender los reportes de contaminación de las aguas para saber qué contienen”, subrayó De Anda.
“Cuanto más contaminado por nitratos esté un sistema de agua de grifo de California, más probable es que ese sistema esté localizado en un grupo -según el censo- de mayoría latina, especialmente en el Valle de San Joaquín”, señaló Anne Schechinger, analista económica de EWG y autora del reporte.
El informe de EWG encontró que 415 sistemas de agua que atienden a comunidades mayoritariamente latinas presentaron tres o más miligramos de nitratos por litro, el nivel establecido por la Agencia de Protección Ambiental que indica contaminación por esta sustancia.
“California necesita regulaciones reales sobre contaminación de granjas, y fondos dedicados para los sistemas de agua que no desaparezcan en un bajón económico”, concluyó Schechinger.