La Haya, 25 ene (EFE) – Bajo la sombra de una celebrada vuelta estadounidense a la lucha climática, varios líderes mundiales se comprometieron este lunes a trabajar en la adaptación de sus economías a un clima cambiante y subrayaron la necesidad de incluir y ayudar a los países menos desarrollados, los “más golpeados” por sus efectos.
En las primeras horas de la Cumbre de Adaptación Climática (CAS), que organiza este lunes Países Bajos durante 24 horas consecutivas para recoger los husos horarios de los cinco continentes, jefes de Estado y Gobierno y líderes mundiales en la lucha contra el cambio climático pusieron sobre la mesa la «urgencia» de incluir la adaptación y la mitigación del calentamiento global en los planes de recuperación de los efectos de la pandemia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó que la pandemia de la covid-19 “nos recordó que no podemos permitirnos ignorar riesgos conocidos y la disrupción climática es una amenaza de la que somos bien conscientes, porque los científicos nunca han sido más claros: estamos ante una emergencia climática y ya somos testigos» de sus consecuencias.
LA VUELTA ESTADOUNIDENSE
El enviado de Estados Unidos para cuestiones climáticas, John Kerry, que protagonizó la vuelta oficial de su país a la lucha contra el cambio climático, prometió que Washington invertirá y hará “todo lo que tiene en su mano” para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones por «obligación moral con las futuras generaciones» y con el planeta.
Se disculpó por la ausencia estadounidense de la lucha contra este problema global, después de que el expresidente Donald Trump mantuviera durante cuatro años un discurso negacionista que le llevó incluso a salir del Tratado de París, y aseguró que Estados Unidos, que se gasta unos 265.000 dólares anuales sólo en limpiar los destrozos de las tormentas, ha alcanzado «un punto en el que ya es un hecho absoluto que invertir en prevenir los desastres, o minimizarlos al menos, es más barato que limpiar» sus consecuencias.
«Tenemos ahora a un presidente, gracias a Dios, que gobierna y que dice la verdad, y que está afectado por este problema. El presidente (Joe) Biden es consciente de que nos tenemos que movilizar de una manera sin precedentes para afrontar un desafío que se acelera muy rápido y sabe que tenemos un tiempo limitado para tenerlo bajo control», subrayó.
Añadió que Estados Unidos, que volvió la semana pasada a unirse al Acuerdo de París, tiene intención de «realizar inversiones significativas en acciones climáticas, tanto a nivel nacional como parte del esfuerzo por la reconstrucción a partir de (la crisis del) covid-19», como a nivel internacional, para «cumplir con el compromiso de financiación» contra el problema.
NO DEJARSE OTROS PAÍSES POR EL CAMINO
El primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte, consideró que la adaptación al cambio climático es “una cuestión de pura supervivencia” para su país, que en gran parte se encuentra por debajo del nivel del mar, y subrayó que “seguir en la misma línea actual ya no es una opción”, lo que hace que la inversión en soluciones prácticas sea “lo correcto e inteligente”.
Consideró que «tiene sentido poner la adaptación en el centro de la respuesta a la crisis del covid-19, ya que la recuperación económica será más resiliente y efectiva si se incorpora la adaptación climática» a las políticas que se apliquen durante y después de la pandemia.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió a los “escépticos del cambio climático” creer en la “evidencia científica, que es abrumadora” y advirtió de que este problema “no es una cuestión de opinión, ideología o fe, sino una cuestión de hechos y ciencia”, una amenaza global.
Mientras, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, exigió “un mayor compromiso” de los países ricos con este problema y sus consecuencias, y les pidió poner a disposición de los países menos desarrollados más “recursos técnicos y financieros” para adaptarse al calentamiento global.
La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, celebró la vuelta estadounidense al Acuerdo de París, un paso “muy crítico para el éxito”, dijo, y pidió la generación de “trabajos más verdes”, al mismo tiempo que se aumentan los precios del carbono, porque esto ya demostró “reducir las emisiones” de gases de efecto invernadero.
La conferencia también contó con un discurso del magnate Bill Gates, quien advirtió de que “con todo lo dura que ha sido esta pandemia, el cambio climático va a ser mucho peor, a no ser que nos pongamos a trabajar para reducir las emisiones” antes de 2050, lo que solo será posible, añadió, si se “integran completamente los riesgos climáticos en los planes de recuperación climática” y económica posterior a la pandemia.