Londres, 25 ene (EFE) – La contaminación pude estar relacionada con un mayor riesgo de pérdida progresiva e irreversible de la vista, conocida como degeneración macular vinculada con la edad o AMD, según estudio publicado en el British Journal of Ophthalmology.
Si se confirman estos hallazgos, podrían facilitar el camino para establecer nuevos tratamientos, señala la investigación, encabezada por expertos del Instituto de Oftalmología de Londres (UCL).
AMD es la principal causa de ceguera irreversible entre los mayores de 50 años en los países con altos ingresos, y se prevé que el número de afectados alcance los 300 millones para 2040.
Los factores de riesgo conocidos incluyen la vejez, el tabaquismo y la genética, pero dado que la contaminación del aire está asociada con mayores riesgos de enfermedades cardíacas y respiratorias, los investigadores querían averiguar si también podía estar asociada con un mayor riesgo de AMD.
Para ello, utilizaron datos de 115,954 participantes en el estudio Biobanco del Reino Unido (UKBB), que investiga la predisposición genética y el medioambiente en el desarrollo de enfermedades. Esos participantes tenían entre 40 y 69 años, sin problemas oculares al comienzo de este estudio en 2006.
Un médico pidió a los participantes que informasen de cualquier diagnóstico formal de la AMD por parte de un médico.
Las medidas de contaminación del aire incluyeron las de partículas, dióxido de nitrógeno y óxido de nitrógeno.
Se utilizó además información sobre el tráfico, el uso del suelo y la topografía para calcular los niveles medios anuales de contaminación atmosférica en las direcciones de los participantes.
Del total de participantes en el estudio, 1,286 (poco más del 1%) fueron diagnosticados con AMD.
Después de tener en cuenta factores potencialmente influyentes, incluidas las condiciones de salud subyacentes y el estilo de vida, el análisis de los datos mostró que una mayor exposición a partículas finas se asoció con un mayor (8%) riesgo de AMD, mientras que todos los demás contaminantes, excepto las partículas gruesas, se asociaron con cambios en la estructura de la retina.
«En general, nuestros hallazgos sugieren que la contaminación del aire, especialmente la fina o la de las partículas relacionadas con la combustión, puede afectar el riesgo de AMD», señalan.
«Es posible que las características estructurales observadas no estén relacionadas con AMD, pero asociadas con la toxicidad de la retina inducida por la contaminación», agregan.
«Nuestros hallazgos se suman a la creciente evidencia de los efectos perjudiciales de la contaminación del aire ambiente, incluso en el establecimiento de una exposición relativamente baja», concluyen.