San Juan, Puerto Rico (EFE) – Cayey anunció este martes que celebrará su aniversario 250 con una serie de actividades conmemorativas, deportivas y culturales hasta el 17 agosto de 2024.
Fundada el 17 de agosto de 1773, el origen del nombre de la ciudad se oculta en las brumas de los siglos, donde ya los taínos bautizaron la zona como Cayey, que significa «lugar del agua», donde se origina el Río La Plata que desemboca en Dorado.
Por su parte, el alcalde Rolando Ortiz señaló en un comunicado que a la ciudad se le conoce también como Ciudad del Torito, Ciudad Universitaria y Cuna del Coquí Dorado, «pero para mí es La Mejor Ciudad de las Américas, no por lo alto de los edificios ni lo ancho de sus carreteras, sino por el corazón henchido de sus habitantes para servir a la humanidad».
La palabra Cayey apareció citada por primera vez en el 1519, antes de fundarse el pueblo este aparecía escritos en diferentes maneras: Cayey, Cahey, Cayei, Calley y Caiyey.
En el 1898, durante el cambio de soberanía, el pueblo tenía 14,442 habitantes, en donde existió el poblado indígena de Toíta, que estaba situado en los márgenes del Río la Plata y era un cacicazgo subalterno.
Miguel de Muesas era el gobernador de Puerto Rico y los residentes, en agradecimiento a la ayuda del gobernante en el proceso de fundación, añadieron el apellido «de Muesas».
A Cayey se le conoce además como «Ciudad de las Brumas» por el ingenio poético de Luis Llorens Torres, quien se refirió a sus hermosos amaneceres y bruma mañanera.
En la actualidad, la ciudad de Cayey tiene 22 barrios y un vibrante centro que se destaca por sus servicios de gobierno municipal, comercios de todo tipo, importantes industrias, centros deportivos de primer orden y centros educativos.
Conforme con el paso de los tiempos, se denomina Cayey Ciudad Verde, donde se promueve la educación y el empresarismo, con un sólido compromiso de protección medioambiental.
Durante los pasados años, ha surgido en Cayey un sector de desarrollo turístico orientado al disfrute de los recursos naturales, como sus montañas, ríos y opciones gastronómicas famosas como la ruta de Guavate.
«De un tiempo para acá, nuestra ciudad ha comenzado a recibir turismo nacional e internacional, que buscan nuevas alternativas de disfrute de nuestros paisajes, auténtica gastronomía puertorriqueña y zonas históricas que acogen gratos recuerdos», zanjó Ortiz.