San Juan, 26 ene (EFE) – El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció que, en caso de que continúen las cifras actuales relacionadas con la covid-19 en la isla, verá si se pueden flexibilizar las medidas sanitarias contempladas en una orden ejecutiva que regirá hasta el 7 de febrero.
No esperen cambios dramáticos, pero que si la data científica me lo permite, voy a seguir flexibilizando»
«Yo tengo que estar velando la data científica, tengo que estar velando la capacidad de nuestros hospitales porque yo no quiero ver aquí lo que ha sucedido en Europa y en algunos sitios de Estados Unidos en donde el sistema hospitalario se ha visto comprometido», defendió.
De acuerdo con los datos difundidos este martes por el Departamento de Salud de Puerto Rico, a día de hoy hay 312 pacientes hospitalizados por el virus, de los cuales 54 están cuidados intensivos y 43 están conectados a un respirador.
Pierluisi también indicó que el nivel de positividad que impera en la isla es de un 9%, una cifra, que, dijo, sin embargo, es «inconsistente» con el nivel de positividad que la cartera sanitaria detecta cuando realiza eventos de pruebas masivas de la enfermedad.
En lo respectivo al toque de queda reconoció que, si fuera por él, no se llevaría a cabo.
«El toque de queda es una medida extrema que restringe y violenta las libertades individuales. Pero estamos enfrentando todavía una pandemia nunca antes vista, por lo menos por un siglo, y el toque tiene una función», subrayó.
La función que tiene «es que la gente, en la medida posible, permanezca en sus hogares salvo porque tengan que ir a trabajar o hacer gestiones necesarias, o en el caso de ustedes, ir a un restaurante a cenar o almorzar», dijo.
«El toque lo que busca es que después de cierta hora la gente se recoja a buen vivir», añadió.
En Puerto Rico hay 85,551 casos de SARS-COV-2 confirmados desde marzo, con 1,783 muertes por la covid-19.