San Juan (22 de junio de 2021) EFE – El gobernador Pedro Pierluisi partió este martes a Washington, D.C. para participar de sendas reuniones en el Congreso federal para abogar por un trato igual para los residentes de la isla que están cubiertos bajo el programa de Medicaid.
El objetivo de las reuniones son de cara al 30 de septiembre de 2021, fecha límite para que, tanto la Cámara como el Senado federal, provean una asignación de fondos al programa Medicaid de Puerto Rico y se logre evitar el «precipicio fiscal».
«Exhorto a los líderes del Congreso a elaborar una solución permanente que corrija las disparidades en el programa Medicaid de Puerto Rico y provea el mismo acceso a los servicios de salud que existe a través de nuestra nación», expresó el gobernador en un comunicado de prensa.
«Puerto Rico merece tener un trato similar al de un estado en el programa de Medicaid de la isla, y cualquier cosa menos que eso representa ‘discrimen’ contra los ciudadanos más vulnerables de nuestra isla simplemente por su ubicación geográfica. Necesitamos una solución a largo plazo para este problema», afirmó.
El programa de Medicaid en Puerto Rico atiende a más de 1.4 millones de beneficiarios y provee acceso a servicios de salud para las poblaciones más vulnerables de la isla, incluidas las familias de bajos ingresos, los niños y las personas con discapacidades.
No obstante, Puerto Rico, por ser un territorio de Estados Unidos, no recibe paridad de fondos federales para los programas de salud Medicaid y Medicare, en comparación con los estados y el Distrito de Columbia.
En marzo pasado, mediante la Orden Ejecutiva 2021-025, Pierluisi creó un Grupo de Trabajo Multisectorial para pedir trato igual en los fondos para los programas federales de Medicaid y Medicare y evitar que miles de puertorriqueños se queden sin cubierta de salud a partir de octubre.
La Orden Ejecutiva detalla que existen medidas críticas que se han trabajado para aumentar la elegibilidad del programa Medicaid, mejoras en beneficios y la compensación de proveedores (médicos y hospitales).
Sin embargo, el carácter temporero de esta asignación de fondos que culmina el 30 de septiembre de 2021, tiene el efecto de colocar a Puerto Rico nuevamente ante el potencial de riesgo del abismo fiscal en los fondos del Medicaid para el año fiscal 2022, que comienza el 1 de octubre de 2021 y para los años subsiguientes.
La semana pasada, Pierluisi envió una carta a los líderes del Congreso exhortándoles a corregir permanentemente el trato desigual que recibe Puerto Rico en la aportación federal al programa de Medicaid en la isla.
La carta subraya que, aunque el Congreso limitó la asignación de fondos al programa y la tasa de pareo que recibe del Gobierno federal, por la pasada década ha proporcionado aumentos temporeros por encima de las asignaciones establecidas debido a la clara insuficiencia de fondos para cubrir las necesidades médicas de Puerto Rico.
En la carta, Pierluisi insiste en que el programa de salud de Puerto Rico carece de los fondos necesarios cuando se compara con los estados más pequeños con mayores ingresos per cápita.
La misiva añade que esto ha contribuido a la prevalencia de enfermedades crónicas y la falta de infraestructura médica en Puerto Rico.
El primer mandatario advirtió que si no se asignan los fondos al programa de Medicaid podría causar la desafiliación de cientos de miles de beneficiarios actuales de Medicaid.
Además, pudiera provocar reducciones en los beneficios, interrupciones en el financiamiento del programa de hepatitis C, recortes en otros programas de salud y la reducción de pagos a proveedores, aumentará la fuga de médicos y beneficiarios y continuará debilitando el ya frágil sistema sanitario en la isla.
El primer ejecutivo estará en la capital estadounidense hasta el 25 de junio.
Por su ausencia, el secretario del Departamento de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández, será el gobernador interino.