La Secretaría de Asuntos Ambientales del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), rechazó el uso de reactores nucleares en Puerto Rico e insistieron en que el futuro del país debe estar basado en las fuentes de energía renovable.
Víctor Alvarado Guzmán, portavoz de la secretaría ambiental del PIP, rechazó la insistencia de empresas que, cada cierto tiempo, tratan de empujar sus proyectos nucleares.
“Esto nos es nuevo. Cada cierto tiempo se publican en algunos medios, estas propuestas de reactores nucleares para generar energía en el país. Esto surge de las discusiones corporativas, usualmente cuando hay millones de dólares en fondos, y varios grupos empujan sus proyectos a través de alcaldes, legisladores, la fortaleza o los directivos de la Autoridad de Energía Eléctrica. Como siempre, dejan a un lado las comunidades. La energía nuclear no tiene cabida en Puerto Rico”, comentó.
Aunque no existe una ley que prohíba el uso de reactores nucleares en la isla, hasta ahora se ha mantenido vigente la política pública de la Orden Ejecutiva OE-1993-57, establecida por el entonces gobernador Pedro Rosselló González, la cual estableció que la “energía nuclear no luce como una fuente viable”, si se toma como prioridad las consideraciones ambientales, de salud, seguridad pública y económicas.
Alvarado Guzmán hizo un llamado a la Legislatura a aprobar el PS 1145-2018 y el PC 1878-2018, presentados por el senador Juan Dalmau Ramírez y el representante Denis Márquez Lebrón, respectivamente, para prohibir definitivamente la generación de energía nuclear en el país.
En un Informe de la Comisión de Gobierno de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, presentado el 5 de marzo de 2019, la organización Nuclear Alternative Project, compuesta por ingenieros que trabajan en la industria de la energía nuclear en E.E.U.U., calificaron como un “mínimo impacto ecológico y ambiental” el causado por los pequeños reactores y micro-reactores nucleares que ellos impulsan.
Esto, a pesar de que reconocen que, durante la historia operacional, “las facilidades de energía nuclear en EU han reportado escapes radiactivos en pequeñas cantidades durante operaciones normales”.
Para José “Nolo” Díaz Pérez, líder ambiental de Peñuelas, los riesgos de este tipo de tecnologías siempre son minimizados por los proponentes.
“La empresa carbonera AES nos hablaba de “carbón limpio” y que sus cenizas no contaminaban. Hoy día está comprobado científicamente que el acuífero en Guayama se envenenó con los tóxicos de las cenizas, la planta de carbón lanza diariamente diversos químicos peligrosos al aire y las comunidades alrededor de las instalaciones carboneras tienen altos índices de enfermedades y un sin número de condiciones. Las empresas nucleares vienen con el mismo cuento tecnológico y limpio. Al final, ¿quién se hace responsable por las miles de personas enfermas y las pérdidas de vida?”, expresó Díaz.
“En su información no dicen dónde van a construir esas plantas ni a dónde llevarán sus desperdicios tóxicos. Siempre nos toca a las comunidades pobres, como en Peñuelas o Guayama, cargar con la contaminación y los desechos peligrosos de todas esas propuestas. Aquí que no vengan a experimentar con nuestras comunidades”, añadió.
Por su parte, Javier Biaggi Caballero, geógrafo físico y líder ambiental de Arecibo, dijo que está a favor de las micro redes de generación, si son basadas en fuente de energía renovable.
“Aplaudimos la estrategia de crear unas micro redes de generación para darle mayor flexibilidad y resiliencia al sistema de distribución y generación eléctrica, si están basadas en generación de fuentes renovables exclusivamente. La energía nuclear no es una alternativa para la isla ni en el presente ni en el futuro lejano. Los asuntos de seguridad no se han resuelto del todo y por ello muchas plantas se están cerrando. Hay países, como Alemania, que las prohíbe en su territorio. La comunidad científica ha desenmascarado la falsa representación de que por ser más pequeñas son menos peligrosas y más seguras”, explicó.
Biaggi, uno de los líderes que lograron detener el incinerador de basura propuesto por la empresa Energy Answer en Arecibo, enfatizó que el gobierno de Puerto Rico no puede hacer compromisos con la industria nuclear “que están activamente buscando contratos futuros para encontrar capital para construir sus plantas de nueva generación”.
Los líderes del PIP enfatizaron que el futuro energético de la isla debe estar basado en fuentes de energía renovable.
“Si queremos llegar a un 100% de energía renovable al 2050, debemos invertir nuestros recursos en esas fuentes, y no desviarnos del camino en proyectos nucleares o de gas metano (natural). El PIP lleva más de una década proponiendo construir una planta pública de energía solar y, en combinación con esto, se debe ayudar a las familias a colocar placas solares en los techos de sus hogares y a desarrollar comunidades solares”, manifestó Víctor Alvarado Guzmán.