Por Miguel Díaz Román
Especial para EyBoricua.com
San Juan– La industria lechera refleja una disminución en producción de 400,000 cuartillos en los últimos dos años, lo que significa que existen menos vaquerías operando y explica la acelerada depreciación que ha experimentado la cuota de leche de estas empresas, estimada en aproximadamente $380.00 millones, según concluyó un análisis de las liquidaciones a los ganaderos durante el mes de noviembre entre los años 2020, 2021 y 2022.
El análisis, realizado por el ex secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, sostiene que la industria lechera continúa en un ritmo decreciente y en peligro de desaparecer.
“Los números no mienten y esta información no se les explica a los ganaderos en sus reuniones por el liderato lechero. El total de cuota en liquidación para noviembre del 2020 era de 15.1 millones de cuartillos y en noviembre del 2022 estamos en 14.7 millones de cuartillos cada 14 días. Esto refleja una disminución de 400,000 cuartillos en dos años. Este histórico cambio significa menos vaquerías operando y cuota que no ha sido adquirida por otra vaquería”, dijo Flores Ortega.
Agregó que la baja en producción explica la depreciación experimentada en el valor de la cuota de leche de las vaquerías, que en su mejor época estuvo valorada entre $30.00 y $35.00 por cuartillo. De hecho, la cuota de leche certificada por la Oficina de Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) fue el documento de peso que utilizó la banca para financiar la expansión de las ganaderías y que convirtió a la industria lechera en la principal industria agrícola del país.
“Hoy el valor de la cuota de leche ronda los $3.00 a $5.00 por cuartillo. Esto podría significar una pérdida en el valor de la cuota total de aproximadamente $380.00 millones del patrimonio de los ganaderos. Esto disminuye dramáticamente la posibilidad de conseguir financiamiento, refinanciar deudas y cubrir gastos con líneas de crédito que los bancos ya no ofrecen. Las vaquerías encabezaron la lista de negocios radicando quiebra entre enero y noviembre del 2022 con 10 vaquerías en total” indicó el ex secretario.
Responsable la ORIL
Sostuvo que la disminución en la producción, la depreciación de la cuota y el alza en las quiebras obedecen a los sistemas arbitrarios de pago al ganadero (liquidación) impuestos por la ORIL y que se han mantenido a pesar de que no cumplen con la reglamentación vigente.
Otro factor, según indicó Flores Ortega, son las exigencias de mayores parámetros de calidad de leche por encima de Grado A (programa de calidad de leche) que otorga el Departamento de Salud, que elevan los costos de producción de leche, y los constantes abusos en contra de ganaderos que levantan su voz cuando las cosas no van bien con los aumentos de costos de producción y la pérdida de mercados.
La adopción del nuevo programa de calidad de leche por la ORIL, que exige 500,000 células somáticas por cada mililitro – el requisito para leche grado A es de 750,000 células somáticas por cada mililitro – acontece en momentos cuando el consumo de leche asciende a 160 millones de cuartillos anuales, lo que representa una reducción de 200 millones de cuartillos, en relación con los 360 millones de cuartillos anuales que se vendían varias décadas atrás.
“Lo más sorprendente es que sea el propio gobierno el que está incumpliendo con sus leyes y reglamentos al no realizar los estudios exhaustivos cada cuatro años para determinar los costos y márgenes reales de ganancia entre los ganaderos”, añadió el ex secretario en alusión a la ley 34 de 1957 o Ley para Reglamentar la Industria Lechera, que ordena a la ORIL realizar un estudio exhaustivo de la industria lechera cada cuatro años.
Baja la producción de Indulac
Otro ángulo de mayor preocupación planteado por Flores Ortega es que la planta Indulac ha experimentado una merma en su capacidad de producción. Según el análisis, la producción de Indulac para noviembre del 2022 ascendió a 893,722 cuartillos, lo que refleja una reducción de casi 1 millón de cuartillos quincenales. “Es preocupante la planta Indulac, una planta de balance, ya que ha bajado la producción de sus mercados, principalmente los que mejor dividendo paga al ganadero”, indicó.
Indicó que para el año 2022 Indulac procesó 1.5 millones de cuartillos por quincena para leche UHT y en el 2021 experimentó un alza de 1.9 millones por quincena, un aumento que atribuyó a la exportación de leche a la República Dominicana.
Flores Ortega dijo que la exportación de leche a la República Dominicana ocasiona pérdidas al ganadero porque lo que cobra por litro no alcanza para cubrir sus costos de producción.
“Los únicos que se benefician con la exportación a la República Dominicana son Indulac y la planta Tres Monjitas, que le hace un prepausterizado a la leche de exportación. Y esto es contrario a la ley porque la ORIL está obligada a lograr que el ganadero obtenga el máximo rendimiento por la leche producida”, explicó.
“Hemos visto un esfuerzo por minimizar esta tendencia (reducción en la producción de Indulac) y mucha publicidad sobre el funcionamiento de Indulac, pero lo cierto es que con una doble carga económica en los costos de administración entre la gerencia de Indulac y la Cooperativa de Productores de Leche de Puerto Rico, que participan en la operación de la planta, están literalmente sacándole la leche a la industria hasta dejarla seca”, exclamó.
Por último, el análisis concluye que la leche retenida por las plantas procesadoras ha sido bastante estable y no ha sufrido mayores cambios, contrario a lo que algunos líderes del sector ganadero reclaman. En el 2020 la retención en planta fue de 6.3 millones de cuartillo, en el 2021, 6.4 millones de cuartillos y en el 2022 de 6.4 millones de cuartillos.
“Esta es la leche que mejor precio le paga al ganadero. Esta estabilidad ha sido gracias a la capacidad de la Planta VIDA de Suiza Dairy en Aguadilla para absorber gran parte de la producción”, advirtió Flores Ortega.