Washington, 25 oct (EFE) – El nuevo brote de COVID-19 en la Casa Blanca afecta ya al menos a cinco personas del entorno del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, pero él planea mantener intactos sus planes de viaje para hacer campaña electoral, una decisión que ha generado polémica en el país.
Además de los contagios del jefe de gabinete de Pence, Marc Short, y su asesor político, Marty Obst, confirmados la noche del sábado por fuentes oficiales, al menos otras tres personas de la oficina del vicepresidente han dado positivo por la enfermedad, indicaron este domingo el diario The New York Times y la cadena CNN.
Pence dio negativo en sus pruebas de COVID-19 este sábado, al igual que su esposa Karen, pero planea seguir adelante con sus viajes de campaña a nueve días de las elecciones presidenciales en EE.UU., que incluyen una visita este domingo a Carolina del Norte y otra el lunes a Minesota, según su oficina.
Esa decisión se ha tomado a pesar de que Pence se considera un contacto cercano de su jefe de gabinete y de que la semana pasada viajó con Obst, quien participó el 15 de octubre a un acto de recaudación de fondos en Florida al que también asistió el presidente estadounidense, Donald Trump.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, defendió este domingo la decisión de mantener intacta la agenda de Pence, al opinar que el vicepresidente es personal «esencial» según las directrices de los expertos sanitarios del país, y por tanto debe continuar con sus actividades, incluidas las de campaña.
«Anoche hablé con el vicepresidente a medianoche, y puedo decirles que va a llevar mascarilla y va a mantener la distancia social. Cuando vaya a hablar (en sus mítines) se quitará su mascarilla y luego se la volverá a poner», dijo Meadows en una entrevista con la cadena CNN.
«Obviamente, estoy preocupado por la posibilidad de que esto pueda afectar a todo el mundo, no solo al vicepresidente», admitió después Meadows en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.
Meadows y la oficina de Pence aseguran que la unidad médica de la Casa Blanca han dado «luz verde» al vicepresidente para que mantenga sus viajes de campaña, pero ningún doctor de la residencia presidencial ha confirmado hasta ahora este extremo.
Según The New York Times, Meadows intentó este sábado mantener en secreto la información sobre los positivos en la oficina de Pence, y el funcionario justificó esa postura este domingo: «Compartir información personal no es algo que debamos hacer a no ser que sea el presidente o el vicepresidente», dijo.
Aparte de los casos de Short y Obst, las otras tres personas que han dado positivo en la oficina de Pence no han sido identificadas públicamente, y el resto de asesores del vicepresidente están «asustados» por el tema, según CNN.
Este es el segundo brote de covid-19 que se registra en la Casa Blanca en un mes, después del foco que a principios de octubre contagió a casi 30 personas, incluidos el propio Trump, su esposa Melania, varios senadores y la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
La Casa Blanca apenas cambió sus protocolos para hacer frente a la pandemia tras el incidente, y Trump y Pence retomaron enseguida los mítines ante cientos de personas, en los que apenas se mantiene la distancia social y se usan pocas mascarillas.