Jerusalén (EFE) – Los muertos en Gaza como consecuencia de la ofensiva israelí ha superado hoy los 28.000, mientras aumentan los llamados internacionales para que Israel no lance una ofensiva contra Rafah que causaría una «catástrofe» en una ciudad que es el último refugio de más de un millón de palestinos desplazados del resto de la franja.
Según el Ministerio de Salud gazatí, controlado por el grupo islamista Hamás, un total de 28.064 palestinos han muerto y 67.611 han resultado heridos, después de que en las últimas 24 horas militares israelíes mataran a 117 personas.
El Ministerio de Salud agregó que en las últimas horas el Ejército israelí ha «perpetrado 16 masacres contra familias de la Franja de Gaza», lo que ha causado también heridas a otras 152 personas.
En torno a 1,4 millones de civiles palestinos viven hacinados en Rafah, con enormes carencias de productos básicos, debido al bloqueo impuesto por Israel.
La Oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró ayer que era «imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás y dejar cuatro batallones en Rafah», por lo que pidió al ejército la evacuación de esta zona.
Advertencias de la comunidad internacional
El comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, se unió hoy a las voces internacionales que piden a Israel que no lance una ofensiva contra la ciudad meridional gazatí de Rafah y alertó de que causaría una tragedia aún mayor de la que actualmente sufren los palestinos.
«Una operación militar a gran escala entre esta población sólo puede conducir a una mayor intensificación de la tragedia sin fin que se está desarrollando en Gaza», dijo Lazzarini a través de su cuenta en la red social X.
El jefe de la organización humanitaria subrayó que en la ciudad de Rafah está aumentando la ansiedad y el pánico.
La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, advirtió hoy que una ofensiva del Ejército israelí en Rafah sería una «catástrofe humanitaria anunciada», y reveló que viajará de nuevo la próxima semana a Israel.
«Las necesidades en Rafah ya son ahora increíbles. 1,3 millones de personas buscan protección de los combates en un espacio muy reducido. Una ofensiva del Ejército israelí sobre Rafah sería una catástrofe humanitaria anunciada», escribió en la red social X.
Arabia Saudí condenó también hoy «enérgicamente» los planes de Israel de extender su ofensiva militar a esta localidad y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para evitar una «inminente catástrofe humanitaria».
La ONG Human Rights Watch (HRW) dijo este sábado que la orden israelí de evacuar la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, es «ilegal» y «puede tener consecuencias catastróficas».
Egipto, vecino de Gaza e Israel tampoco se ha quedado atrás y El Cairo rechazó hoy los planes israelíes y los describió como parte de «una política sistemática para desplazar» a los gazatíes.
«La existencia de 1,4 millones de personas en un territorio tan pequeño sin que puedan protegerse ante esas operaciones militares (indica que) la situación es grave (…) la zona no puede aguantar más víctimas», dijo el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri,Shukri en la rueda de prensa, tras una reunión con su homóloga de Bulgaria, María Gabriel.
Nuevas acusaciones contra la UNRWA
Coincidiendo con la nueva oleada de críticas, el Ejército israelí aseguró este sábado que combatientes del grupo islamista palestino Hamás emplearon oficinas de la sede de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en el norte de Gaza para sus operaciones y mostró armamento supuestamente hallado en su interior.
«Diariamente y también durante la guerra, Hamás usaba esta oportunidad que le ofrecía la UNRWA para atacar nuestras fuerzas y a civiles israelíes desde aquí», aseguró el comandante del Equipo de Combate de la Brigada 401 del Ejército israelí, el coronel Benny Aharon, en un vídeo que acompaña un comunicado castrense.
Israel ya acusó a varios miembros de la UNRWA de participar en los ataques de Hamás del 7 de octubre, lo que llevó a la ONU a ordenar una investigación y motivó que 18 países -entre ellos EE.UU., Japón, Alemania y Francia- anunciaran la suspensión de sus contribuciones a la agencia, que ha asegurado que se quedará sin fondos antes de que termine el mes.
Según la nota militar difundida hoy, «se encontraron grandes cantidades de armas dentro de las habitaciones del edificio, incluyendo rifles, municiones, granadas y explosivos. Los servicios de inteligencia y los documentos descubiertos en las oficinas de los funcionarios de UNRWA confirmaron que, de hecho, las oficinas también habían sido utilizadas por terroristas de Hamás».
Familiares de los rehenes se concentran por su liberación
En Tel Aviv, miles de familiares y simpatizantes de los rehenes secuestrados por Hamás volvieron a concentrarse para pedir la liberación de sus seres queridos y protestar contra la política del Ejecutivo.
Los familiares han solicitado una reunión urgente con los miembros del Gobierno para preguntarles si siguen comprometido con la liberación de los rehenes, después del anuncio de que el Ejército se prepara para atacar por tierra Rafah.
«Considero a todos los miembros del gobierno, así como al primer ministro, responsables del abandono de los rehenes», dijo durante la protesta Danny Elgart, hermano de uno de los secuestrados.