Beirut (EFE) – La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, dijo hoy que su organización necesita “obtener acceso a todas las partes del norte de Siria”, una de las regiones más afectadas del país por los terremotos y a la que apenas ha llegado ayuda humanitaria.
“Lo más importante ahora es que obtengamos acceso a todas las partes del norte de Siria para ayudar a las personas que necesitan nuestro apoyo urgente”, dijo la jefa del CICR desde Alepo, una de las provincias más castigadas por el seísmo en Siria y adonde aterrizó ayer para evaluar la situación y prestar asistencia.
Asimismo, también criticó las dificultades de acceso a las zonas opositoras del noroeste de Siria, donde hasta el momento tan solo han llegado dos convoyes de la ONU a través del paso fronterizo de Bab el Hawa, que conecta Turquía con la provincia siria de Idlib.
“Nunca se debe obstaculizar ni politizar la asistencia humanitaria imparcial. Tenemos que conseguir acceso. Tenemos que ser capaces de llegar a la población afectada”, urgió Spoljaric en un vídeo difundido en su cuenta de Twitter.
Las áreas opositoras del noroeste de Siria recibieron el jueves su primer cargamento humanitario, entre críticas a que el envío no incluyó comida ni maquinaria para las labores de rescate, que los socorristas locales llevan a cabo con muy pocos recursos.
Hasta entonces, no habían llegado suministros a las zonas de las provincias de Idlib y Alepo en manos de la oposición, rodeadas de territorio en manos de actores rivales y solo accesibles de forma directa desde el otro lado de la divisoria turca.
La única alternativa para llegar a estas zonas es enviar suministros desde áreas dentro de Siria que están en manos de otros actores, una opción que apenas es ha utilizado y que presenta muchas limitaciones.
Por su parte, la ONU está pidiendo la reapertura del paso fronterizo de Bab Salam, que solía funcionar hasta hace un año atrás pero fue cerrado tras discusiones en el Consejo de Seguridad de la ONU, en las que no se pudo acordar volver a abrirlo por el veto de Rusia.
Los seísmos, con epicentro en Turquía, han dejado ya al menos 3.384 muertos en toda Siria, de los cuales 2.037 fueron registrados en áreas opositoras del noroeste del país, según el grupo de rescatistas cascos blancos.