Lima, 8 jun (EFE) – El profesor Pedro Castillo continuó este martes liderando el recuento de votos de las elecciones presidenciales de Perú, que avanza lentamente sin verse afectado por la denuncia sin pruebas de supuesto «fraude sistemático» hecha por su rival Keiko Fujimori.
Al 96.45% de los votos contados, Castillo (izquierda) aventaja a Fujimori (derecha) en alrededor de 82,000 votos, equivalente a casi 0.5% de los sufragios, ya que el candidato del partido Perú Libre aglutina el 50.24% de las preferencias frente al 49.75% de la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
En las próximas horas se espera que ese margen pueda estrecharse a medida que se sigan computando los votos procedentes de Estados Unidos, mayoritariamente favorables a Fujimori, igual que los de España, aún pendientes de contabilizar casi en su totalidad.
Sin embargo, también queda aún por computar el 2% de los votos a nivel nacional, la mayoría de zonas rurales de difícil acceso que serán previsiblemente muy favorables a Castillo, como las andinas Cusco y Ayacucho (sur), y Amazonas (norte).
Durante la noche, los simpatizantes de Castillo estuvieron concentrados frente al local del partido a la expectativa de los avances de los resultados oficiales, especialmente después de que Fujimori saliese a denunciar un supuesto «fraude sistemático» cuando ve complicado poder alcanzar a su rival.
FRAUDE DESMENTIDO
Los «indicios de fraude» presentados por la candidata del partido fujimorista Fuerza Popular, basados algunos en virales de redes sociales y «fake news», fueron desmentidos y rebatidos por los propios organismos electorales como la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), encargada del recuento.
La denuncia de supuesto fraude no ha tenido gran recorrido frente a los informes preliminares de las misiones de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), que destacaron el correcto y exitoso desarrollo de la jornada electoral del domingo.
Para mayor transparencia, el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) anunció en la emisora RPP que su organismo transmitirá por internet la evaluación de las actas electorales enviadas a observación, que constituyen una de las principales preocupaciones de Fujimori.
Mientras avanza el recuento, ambos candidatos apenas se dejaron ver durante el día, recluidos en sus respectivas viviendas en la capital.
Por un lado Fujimori no salió de su domicilio en el acomodado distrito de Surco, mientras que Castillo solo salió de la vivienda donde se aloja temporalmente en el popular distrito de Breña para acudir a una reunión en el Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Antes había recibido al excandidato presidencial por el partido Somos Perú Daniel Salaverry, quien anteriormente formó parte de las filas del fujimorismo y ahora es un acérrimo opositor a Keiko Fujimori, al punto que antes de las elecciones anunció su voto por Castillo.
«VIGILANTES» A LOS VOTOS FALTANTES
«Lo que ha quedado claro es que el fujimorismo no ha cambiado. Sigue siendo el mismo, con la misma actitud del 2016 de no reconocer los resultados de las elecciones», dijo Salaverry en declaraciones a periodistas tras reunirse con Castillo.
«Vamos a estar vigilantes porque los intentos del fujimorismo y de las fuerzas oscuras para quebrar la voluntad popular están latentes aún. Van a pelear hasta el último minuto, acá no solamente se están jugando la Presidencia, se están jugando sus procesos penales, muchos de ellos complicadísimos», añadió.
En caso de ganar Fujimori, la hija del expresidente eludiría durante el tiempo de su mandato una acusación de más de 30 años de cárcel por presunto lavado de dinero en la financiación irregular de sus anteriores campañas electorales donde también se quedó a las puertas de la Presidencia, tanto en 2011 como en 2016.
Todo indica que esta elección se definirá por un margen muy similar al de hace cinco años, cuando Pedro Pablo Kuczynski ganó la elección a Keiko Fujimori por poco más de 40,000 votos, un margen de 0.2% de todos los sufragios válidos.