Por Miguel Díaz Román
Especial para EyBoricua.com
San Juan– La reducción de la población por vía del éxodo constante de ciudadanos junto con la baja natalidad y el incremento de los fallecimientos representan un severo obstáculo para el crecimiento económico del país y anticipa un inminente achicamiento de la economía y del gobierno, según indicó el economista Mario Marazzi, quien fue el director ejecutivo del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico.
El economista sostuvo que las proyecciones de la Oficina del Censo de Estados Unidos indican que la población del país continuará en decrecimiento hasta el extremo que en algún momento durante el presente siglo habrá menos de 2 millones de puertorriqueños residiendo en la isla, lo que puede causar transformaciones importantes en el futuro en la actividad económica y en el gobierno.
De hecho, Marazzi planteó que será necesario una incursión masiva de inmigrantes para reducir el patrón adverso hacia el decrecimiento de la población que experimenta el país casi de manera irreversible. También advirtió que como resultado de la reducción poblacional, el mercado de consumidores se achicará y los empresarios deberán atisbar oportunidades en mercados nichos o especializados, así como en la exportación de servicios y productos.
Marazzi hizo las expresiones durante su participación en el conversatorio Retos Empresariales ante la Realidad Demográfica, auspiciado por el capítulo de Exalumnos de la Facultad de Administración de Empresas de la UPR y que se celebró la pasada semana en San Juan. Tras el foro y en entrevista con este medio, Marazzi amplió sus reflexiones sobre el reto demográfico que enfrenta el país.
El economista sostuvo que el decrecimiento de la población afectará por mucho tiempo el producto bruto o el crecimiento económico, porque no se ve a corto plazo, ni a mediano y largo plazo una solución a los dos problemas fundamentales vinculados al decrecimiento poblacional, que son la salida constante de gente del país y que cada vez muere más gente de la que nace.
Más muertes que nacimientos
Según Marazzi, unos 31,000 fallecimientos se registraron entre los años 2020 y 2021, mientras los nacimientos se limitaron a 19,000, lo que implica una diferencia de 12,000 muertes sobre la tasa de nacimientos.
Indicó que durante el presente año continúa la tendencia de más muertes que nacimientos y la proyección de fallecimientos asciende a 17,000 para el año 2022. “Vamos a seguir viendo esta tendencia ampliarse. Mientras haya más muertes que nacimientos, solamente un insumo masivo de inmigración para Puerto Rico puede detener la reducción poblacional”, sentenció Marazzi.
El economista advirtió que la pandemia pudo haber alentado el éxodo de gente hasta el punto que para el año fiscal 2021-2022 unas 44,000 personas salieron del país, lo que representa el 1.5% de la población de Puerto Rico. También comentó que los beneficios contributivos que ofrece el gobierno a los extranjeros no han sido suficientes para aumentar la entrada de personas con el objetivo de establecerse en el país.
“El decrecimiento de la población afectará por mucho tiempo el producto bruto. Ese decrecimiento es como la metáfora de los “headwinds”, que son vientos que empujan a un bote de velas hacía atrás, pero si el navegante sabe manejar la vela, el bote puede seguir hacía su meta. El decrecimiento de la población es un contraviento contra el crecimiento de nuestra economía”, sentenció Marazzi.
Reducción poblacional causará trastornos
El economista advirtió que la tendencia al decrecimiento de la población continuará debido a que no se han tomado medidas para retener población o para atraer inmigrantes. “Nadie me ha convencido de que aquí se están tomando medidas para ofrecer servicios de calidad que atraigan gente de otros países que quieren instalarse en Puerto Rico”, dijo.
Aunque reconoció que la reducción de la población causará trastornos importantes en la economía, en los ingresos que obtiene el sistema contributivo y en el tamaño del gobierno, rechazó considerar tales efectos como una catástrofe.
Marazzi planteó que la evolución tecnológica y del conocimiento y la creación de innovaciones, de nuevos productos, procesos y patentes, lo que también se conoce como “intangibles”, han creado una nueva realidad en la que el desarrollo económico no necesariamente se basa en tener mucha gente para consumir y para trabajar.
“Me niego a ser pesimista. Se achica el producto bruto porque las empresas se van o se fundan nuevas empresas que exporten servicios, creando una riqueza con unos intangibles que no podemos imaginar ahora y que podrían ser más valiosos que el oro”, sostuvo.
“Últimamente no hay una relación entre la población y el producto bruto. Más que catalogar el asunto del decrecimiento de la población como una señal de una inminente catástrofe, ciertamente es una transformación hacía una cosa muy distinta de la que hemos sido hasta ahora. Quiero creer que encontraremos la manera de generar valor y prosperidad de aquí a un siglo, aun cuando el Census Bureau diga que vamos a ser menos de 2 millones”, argumentó el economista.
La tecnología como esperanza
Explicó que si el objetivo es que la población vuelva a aumentar es necesario crear las condiciones para estimular la emigración. “Definitivamente, si el objetivo es aumentar la población, se necesita esa emigración masiva en este momento, cuando los nacimientos y las muertes, del lado natural, también están jugando en nuestra contra”, indicó.
“Cuando empezó la crisis fiscal y la reducción de la población, que comenzaron a la vez, había más nacimientos que muertes. Hoy en día están ocurriendo las dos, menos nacimientos y más muertes. Y sigue la salida de gente, en el año fiscal 2021-2022 hemos perdido 44,000 personas que se fueron, pero aún así no me atrevo a pronosticar una catástrofe, en base a la relación de población y economía pues podrían ocurrir muchas transformaciones tecnológicas”, insistió.
Aunque la reducción de la población es una señal que augura eventos nefastos para la economía de un país, Marazzi se inclinó por mantener una posición un tanto incrédula a las visiones tradicionales sobre el desempeño de las economías y advirtió que actualmente la industria farmacéutica ha integrado la robótica a sus operaciones de producción, lo que ha permitido que ese sector industrial continúe con altos niveles de productividad en Puerto Rico.
“Tradicionalmente se considera como un símbolo negativo que la población se reduzca, es una preocupación legítima. Pero si nuestro futuro es con menos gente, pues debemos aprender a hacer limonada”, indicó.
Se achica el gobierno y la economía
Sobre este aspecto el economista planteó que una reducción de la población podría generar una transformación de la economía y del sistema contributivo, lo que también implica que debería haber menos gobierno. “Aunque es un término confuso hablar de menos o más gobierno, un gobierno más pequeño no debe evitar los servicios de calidad. El ciudadano común quiere ver calidad en los servicios públicos”, explicó Marazzi, al recalcar que la calidad de los servicios no está reñida con un gobierno más pequeño.
Sostuvo que para lidiar con el decrecimiento poblacional se aprobó en 2010 la Ley del Reto Demográfico o ley 199, que establece una política pública que consiste en exigir a la Junta de Planificación crear un comité que tendrá la encomienda de diseñar “un plan estratégico de corto, mediano y largo plazo para el desarrollo integral y comprensivo de la expectativa demográfica presente y futura de Puerto Rico”.
“Nadie le hace caso”, dijo Marazzi sobre la observancia que ha recibido la ley 199.
Se le indicó al economista que, a pesar de la ley 199 y de la importancia estratégica que representa para el país aumentar la población, en el Ejecutivo y en la Legislatura no existe un debate sobre el tema. Incluso, a pesar que el economista Elías Gutiérrez había advertido desde inicios del presente siglo los efectos nefastos de la baja tasa de natalidad que registraba el país, el gobierno no tomó medidas para fomentar la natalidad.
Para enfrentar el decrecimiento poblacional, por ejemplo, en España el expresidente Luis Rodríguez Zapatero estableció en 2007 “el cheque bebé”, que consistió de una ayuda de $3,500 euros por cada nuevo hijo por familia.
Marazzi señaló que en Puerto Rico existe el Crédito Tributario por Hijos, un beneficio que ofrece el Servicio de Rentas Internas Federal, que permite a los ciudadanos reclamar un crédito de $3,600 por cada hijo menor de 18 años. “Es lo más parecido a eso que se hizo en España”, dijo.
No obstante, el economista sostuvo que el país permanece afectado por la traumática quiebra financiera del gobierno y la pandemia, lo cual le ha impedido pensar sobre el futuro. “La quiebra y la pandemia le han impedido al país soñar sobre el país que deseamos ser. Yo confío que ahora, cuando se ha llegado a unos acuerdos con los acreedores, el país entre en una etapa donde puede soñar nuevamente”, indicó.
Un país envejeciente
Agregó que la discusión del decrecimiento poblacional genera controversia y hasta surgen voces de diversos sectores sociales, quienes se expresan ofendidos cuando se plantea que las mujeres deberían parir más hijos.
“Sería absurdo promover esa política pública cuando se le hace tan difícil a las personas que somos padres y madres en Puerto Rico. Hay que facilitar la vida a los progenitores. Eso es fácil decirlo. Pero si no existen políticas que le bajen los costos de ser progenitores estamos haciendo ruido”, dijo el economista.
En la actividad también participó José R. Acarón, director estatal de la Asociación Americana de Personas Retiradas en Puerto Rico, quien aludió al profundo cambio demográfico que ocurre en la isla y que anticipa un país con una población mayoritariamente envejeciente debido al alza sin precedentes en la población de 50 años o más en los próximos 25 años.
Acarón sostuvo que actualmente las personas de más de 50 años continúan como protagonistas de la actividad económica porque son responsables del 61% del consumo del país. Pero describió un discrimen publicitario y en las estrategias de mercadeo de las empresas, porque a pesar del evidente cambio demográfico, las campañas van dirigidas a la población de entre 18 y 49 años.