París, 4 nov (EFE) – El español Rafael Nadal tuvo que trabajarse su triunfo número 1,000 en el circuito, conseguido en tres sets en la segunda ronda del Masters 1,000 de París contra su compatriota Feliciano López, 4-6, 7-6(5) y 6-4, en dos horas y 30 minutos.
El mallorquín se convierte así en el cuarto tenista que alcanza el millar de victorias, una clasificación liderada por el estadounidense Jimmy Connors con 1,274 triunfos, seguido del suizo Roger Federer, con 1,242, y del checo Ivan Lendl, con 1,068.
El triunfo no fue un paseo para el favorito número 1 del torneo, que volvía a la competición tras su decimotercer trofeo en Roland Garros, que conquistó logrando su victoria número 100 en la tierra batida parisiense.
Pero en la pista dura la historia fue diferente. Era su primer contacto en 8 meses con esa superficie y la primera vez que jugaba en un torneo a cubierto en 11. Eso se notó en el campo, donde Nadal estuvo carente de ritmo y cometió muchos errores.
Enfrente estaba la experiencia de López, un tenista que venía de ganarle los dos últimos duelos y al que no derrotaba desde 2012.
Impotente contra el servicio de Feliciano, Nadal cedió la primera manga y se jugó la segunda al cara o cruz del juego de desempate, una disciplina en la que siempre había perdido contra el Manchego.
A falta de su tradicional juego, Nadal se apoyó en un buen servicio y totalizó 16 puntos directos de saque, a dos de su récord, que logró en Tokio en 2010.
Entró algo despistado Nadal en una pista vacía, silenciosa como una catedral en plena eucaristía, y López, que ya había tenido contacto con el ambiente en la primera ronda frente al francés Hugo Gaston, aprovechó para arrebatar el servicio de su rival en el primer juego.
A partir de ahí, el experimentado manchego se aferró a su servicio como un salvoconducto frente al combativo Nadal y con un 93% de primeros saques mantuvo a ralla al número 2 del ránking.
El mallorquín no encontraba grietas y solo dispuso de una bola de rotura que no aprovechó, lo que permitió a López apuntarse el parcial.
Bajó el ritmo de Feliciano en el segundo, donde su eficacia con el primer saque se quedó en uno de cada dos, lo que dio a Nadal más opciones ofensivas. Pero el balear siguió fallón y, en los momentos decisivos, López tiró de experiencia para salvar hasta cinco bolas de rotura.
La historia pintaba bien para el manchego, que nunca había perdido un juego de desempate contra Nadal. A la quinta fue la vencida, porque en esta ocasión dejó escapar una que le hubiera supuesto la victoria.
Con empate a 1, Nadal elevó el nivel, al tiempo que la resistencia de Feliciano iba declinando. El mallorquín rompió de entrada y, aunque López siguió anclado al partido y gozó de alguna bola para igualar, el número 2 del mundo ya no dejó escapar la presa y mantuvo su saque hasta la victoria.
En busca de la conquista de uno de los tres Masters 1.000 que falta en sus vitrinas, junto a Shangai y Miami, Nadal se medirá en octavos de final contra el australiano Jordan Thompson, que remontó su partido de segunda ronda contra el croata Borna Coric, 2-6, 6-4 y 6-2.
Thomson, 61 del mundo de 26 años, nunca se ha cruzado en el camino de Nadal.