San Juan, 17 de agosto de 2021 (EFE) – La velocista puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn arribó este martes a Puerto Rico, donde fue recibida con vítores y lideró una caravana por la zona metropolitana, tras copar el récord olímpico y la medalla de oro en los 100 metros vallas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
«No puedo explicar este momento. Estoy muy agradecida por todo el apoyo que me han brindado», expresó Camacho-Quinn a su llegada al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en San Juan, desde la ciudad de Orlando, Florida (EE.UU.) luciendo su medalla olímpica en la capital japonesa.
Camacho-Quinn, de 24 años, ganó la segunda medalla de oro olímpica para Puerto Rico el 1 de agosto pasado al cruzar la meta en 12.37 segundos desde el quinto carril.
De esa manera, Camacho-Quinn se convirtió en la tercera puertorriqueña en ganar una medalla de oro olímpica.
La más reciente fue la tenista Mónica Puig en Río de Janeiro 2016.
La primera fue la también tenista Beatriz «Gigi» Fernández en dobles femenino en Barcelona 1992 y Atlanta 1996, pero jugando por Estados Unidos.
En total, Puerto Rico ha ganado 10 medallas olímpicas desde su debut en Londres 1948.
A su llegada a la isla, Camacho-Quinn fue felicitada por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, y tras salir del avión, ambos fueron recibidos por la música de pleneros, quienes coreaban «Yo soy boricua pa’ que tú lo sepas».
Tras ese encuentro, Camacho-Quinn se encontró con su familia, que incluyó a su madre, María Camacho, nacida y criada en Puerto Rico y que por ello es que la deportista representa a la isla a nivel olímpico.
«Gracias por el apoyo que me han brindado», resaltó Camacho-Quinn, quien previo a pasar a la final olímpica, batió en la semifinal el récord olímpico de la prueba con 12.26 segundos.
La marca la tenía la australiana Sally Pearson, cuando en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 cruzó la meta en 12.35 segundos.
Fue la primera vez que una atleta de Puerto Rico ostenta una marca olímpica.
Tras ganar la medalla de oro, Camacho-Quinn ascendió al primer puesto en las clasificaciones del World Athletics en la categoría de los 100 metros vallas.
«Jasmine es un ejemplo de lo que es ser puertorriqueño. Su triunfo nace de nuestros corazones y aspiraciones. Nuestra campeona lo dio todo para ganar esa medalla. El haber puesto nuestra bandera es una gran gesta. Su familia lleva el deporte en su corazón, su talento corre por sus venas», resaltó Pierluisi.
«Seguiremos con Jasmine por el resto de su carrera. Ahora se probó una vez más el que invertir en estos atletas es una gran inversión. Esto comienza ahora. Jasmine está en su mejor momento y vamos a tener una mejor inversión para las próximas Olimpiadas», abundó el gobernador.
Tokio 2020 fueron los segundos Juegos Olímpicos de Camacho-Quinn.
Su debut fue en Río de Janeiro 2016.
Sin embargo, en la semifinal hace cinco años, derribó una valla, cayendo en la pista y no completó la carrera.
«Este año fue uno de redención», sostuvo la deportista en rueda de prensa.
«Esta medalla le dio mucha alegría y esperanza a todos, en especial a los niños por ponerle sonrisas en sus rostros. Estoy muy agradecida por todo el amor que he recibido», resaltó.
El agradecimiento al que también se refirió Camacho-Quinn fue por el apoyo que recibió de la mayoría de los puertorriqueños que la respaldaron pese a que no nació en Puerto Rico ni porque habla español, características que algunos han criticado y que rechazaron que esta haya representado a la isla en Tokio.
«Nunca he negado de donde vengo. Mi mamá siempre me inculcó que yo soy puertorriqueño y me enseñó de donde venimos. Es un orgullo. Nosotros abrazamos el lado puertorriqueño», destacó.
Ese abrazo boricua Camacho-Quinn también lo celebró al salir del aeródromo capitalino con la música de Las Barrileras del 8m a son del ritmo autóctono de la bomba.
Tras culminar la conferencia de prensa, Camacho-Quinn encabezó desde el aeropuerto una caravana que prosiguió por algunas de las principales vías de San Juan hasta culminar en Trujillo Alto, municipio aledaño y de crianza de la madre de la campeona olímpica.
A la caravana se unieron además otros miembros de la delegación de Puerto Rico que compitieron en Tokio 2020, entre ellos, los atletas de pista y campo Ryan Sánchez y Andrés Arroyo, el boxeador Yankiel Rivera, el luchador Franklin Gómez y el patinetero Steven Piñeiro.