Por Sandra D. Rodríguez Cotto
Especial para EyBoricua
San Juan – La organización comunitaria Defendiendo la Cueva del Indio y el litoral costero de la carretera PR-681 denunció que el empresario Jaime Casellas Rodríguez, dueño de la fábrica de hielo Casellas, construye ilegalmente un complejo de apartamentos en zona marítimo terrestre (ZMT) al este de la Playa Caza y Pesca del barrio Islote de Arecibo.
La ZMT en cuestión está localizada en el km 3.5 de la PR-681, donde también denunciaron la usurpación del acceso costero con la acumulación de escombros y tierra justo al lado de esta vía principal.
«No solo han destruido palmas, árboles y otros tipos de material vegetal con maquinaria pesada, sino que también tiraron tosca e instalaron dos tubos de 40 pies cada uno en el bien de dominio público. Todo esto sin los permisos necesarios, según las plataformas oficiales del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la Junta de Planificación y la Oficina de Gerencia y Permiso (OGpe)», explicó Lauce Colón Pérez, organizador comunitario de DCI-681.
Esta construcción no es un proyecto nuevo, ya que en el 2006 Casellas Rodríguez adquirió estos terrenos e intentó construir «Las Villas del Paraíso», un complejo de 108 apartamentos con acceso directo a la playa, el cual no procedió debido a falta de permisos y movilización comunitaria.
El pasado martes, 3 de enero, Colón Pérez intervino con los empleados de Casellas Rodríguez en plena construcción con una transmisión de Facebook Live donde la organización comunitaria documentó los hechos y le cuestionó al aparente supervisor si tenían permisos. No obstante, el individuo no identificado, le respondió al activista con contestaciones ambiguas y una amenaza física.
«Le pregunté al supervisor quién era el dueño y este, sarcásticamente, me respondió: ‘averígualo tú… Ten cuidado que no te pase por encima sin querer’, mientras él y sus empleados huían del área», narró Colón Pérez.
Según el organizador comunitario, vecinos del área han intentado hacer preguntas sobre la construcción, pero los empleados del empresario privado ignoran sus reclamos mientras trabajan a toda prisa casi todos los días desde las 7:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. sin que se exhiba permiso alguno.
El Registro de Corporaciones del Departamento de Estado indica que VILLAS DEL PARAISO CORP. (#150232) sigue activa como una corporación íntima, por lo que el colectivo comunitario especula que estos esfuerzos son la continuación del proyecto fracasado en el 2007.
Según la investigación realizada por la planificadora social y portavoz del DCI-681, Alegna Malavé Marrero, el terreno de Casellas Rodríguez tampoco cuenta con los permisos necesarios ni cumple con las regulaciones establecidas por las leyes y reglamentos del DRNA, la JP y la OGpe.
No obstante, la preocupación de DCI-681 va más allá de permisos. En un estudio publicado por la oceanógrafa geológica y planificadora, Maritza Barreto, se documentó el estado de las playas en Puerto Rico después de María que indica que la PR-681, al igual que otras vías, están en peligro inminente por la erosión costera.
«Una de las recomendaciones del informe para reducir el riesgo inminente de ‘La 681’ es la mitigación y restauración de dunas. Ante esta información, nos preocupa el claro desafío e insistencia de construir más estructuras permanentes en áreas de alto riesgo que ya contaminan y destruyen el futuro de las playas de Arecibo», reiteró Malavé Marrero.
«Además, están dañando las bellezas escénicas del mayor recurso ambiental y socioeconómico y que son el atractivo recreativo y turístico del que depende la economía de ocio que tanto caracteriza al barrio Islote», continuó.
DCI-681 levanta esta denuncia y reclama con fuerza acción hacia un análisis transdisciplinario en el ordenamiento y usos permitidos de nuestros litorales ante el riesgo que ya está expuesta la población del barrio Islote.
«Le exigimos tanto a la secretaria del DRNA, Anaís Rodríguez, y al presidenta de la JP, Julio Lassús Ruiz, al igual que al alcalde de Arecibo, Carlos «Tito» Ramirez y su directora de la Oficina de Planificación Municipal, Leslie Orama, que detengan esta construcción de inmediato. Que se realice un deslinde del litoral de la PR-681 y que, ante la falta de una ley de costas, se establezca un protocolo de erosión costera para la protección de las playas», declaró Colón Pérez.
«Existe una ausencia de protección de las playas y la infraestructura. En Arecibo hay erosión y tenemos que decidir si queremos perder las playas o conservarlas», finalizó Malavé Marrero.