Colorado (21 de abril de 2021) EFE – La estrella más cercana al Sol es una enana roja llamada Próxima Centauri, en la que los astrónomos han detectado una de las llamaradas más violentas vistas en nuestra galaxia y más potentes procedente de ella.
Dirigida por la Universidad de Colorado Boulder y publicada en The Astrophysical Journal Letters, la investigación pone de manifiesto la gran actividad de las enanas rojas y señala que en unos segundos la estrella pasó de ser normal a 14,000 veces más brillante vista en longitudes de onda ultravioleta.
El evento, observado el 1 de mayo de 2019, duró apenas siete segundos y, aunque no produjo mucha luz visible, generó un enorme aumento de la radiación ultravioleta y de radio, o «milimétrica».
Próxima Centauri es una estrella pequeña, pero poderosa. Ubicada a 4.2 años luz, tiene un cuarto de la masa del Sol y alberga, al menos, dos planetas, uno de los cuales puede parecerse a la Tierra y está en su zona habitable.
Durante un proceso de observación de cuarenta horas, en el que se usaron nueve telescopios en la Tierra y en el espacio, entre ellos el ATACAMA Large Millimetre/submillimetre Array (ALMA), en Chile, los astrónomos se llevaron una sorpresa.
Próxima Centauri expulsó una llamarada, una ráfaga de radiación, que comenzaba cerca de su superficie y que los expertos han calificado como «una de las más violentas vistas en cualquier lugar de la galaxia».
«La estrella pasó de ser normal a ser 14,000 veces más brillante cuando se ve en longitudes de onda ultravioleta en el lapso de unos pocos segundos», relató la astrofísica Meredith MacGregor.
Este hallazgo no solo apunta a una nueva física que podría cambiar la forma en que los científicos piensan en las erupciones estelares, sino que además «no augura nada bueno» para cualquier organismo que pudiera vivir en uno de sus planetas.
«Si hubiera vida en el planeta más cercano a Próxima Centauri, tendría que ser muy diferente a todo lo que hay en la Tierra», dijo MacGregor, pues «un ser humano en este planeta lo pasaría mal».
La estrella ha sido durante mucho tiempo un objetivo para los científicos que esperan encontrar vida más allá del Sistema Solar.
Además, muchos de los exoplanetas encontrados ahora están alrededor de enanas rojas, que son mucho más activas que el Sol y «se encienden con mucha frecuencia e intensidad».
Ese tipo de llamaradas pueden, con el tiempo, destruir la atmósfera de un planeta e incluso exponer a las formas de vida a una radiación mortal.
No es un suceso raro en Próxima Centauri, pues los investigadores presenciaron otras muchas menores en las horas que estuvieron observando.
Los científicos sospechan que estos estallidos de energía se producen cuando los campos magnéticos cercanos a la superficie de una estrella se retuercen y se rompen con consecuencias explosivas.