Por Sandra D. Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro
Para la joven artista Nitzayra Leonor Canales la raza, su juventud y el ser puertorriqueña son cosas que la inspiran a crear.
No es que sea una moda o que ahora todos los artistas sean negros o que sólo se hable de raza cuando se habla de arte. Tampoco es porque esta semana se conmemora el 150 aniversario de la abolición de la esclavitud y estamos en el Decenio de la Afrodescendencia que decretó la Organización de las Naciones Unidas, es que el arte, para ser honesto y real, tiene que ser lo que el artista sea y se sienta. No se puede desdoblar y representar lo que no se es, porque que no sería original. No sería arte.
“Soy afro y soy artista. No puedo desligar una cosa de la otra, en ninguna circunstancia. La experiencia de ser una persona racializada es la experiencia de la vida que una muestra en el arte”, dijo la joven artista Nitzayra Leonor, de 25 años de edad.
Por eso, esta joven escultora y especialista en el grabado, sostiene que, aunque alguna gente se moleste, hay que representar la verdad de cada artista y esto incluye su raza.
“Si la gente se muerde, que se muerda. Nosotros llevamos un montón de tiempo trabajando, aunque no se vea, porque hay mucho arte que es blanco y porque no lo digas no quiere decir que no lo sea. Cuando te estés en una exhibición colectiva, pregúntate cuánta gente negra hay en el ‘line-up de artistas’. Pregúntatelo cada vez que ocupes el espacio. No te puedes quejar de que ‘‘ah, ahora todas las exhibiciones son de gente negra’. No pa’ es que estamos en la equina de nosotres porque pues, creando. Arte es arte”, comentó.
Para Nitzayra Leonor, el arte es la expresión más íntima de su ser y está abriendo su alma en su primera exposición individual, que inauguró hace unos días.
Con el sugestivo título de “Lo que traen las aguas”, presenta piezas profundamente personales en una variedad de disciplinas artísticas como la cerámica, el grabado y la fotografía. Es una exposición muy íntima en la que la artista llama al público a contemplar sus más profundas preocupaciones que se relacionan con la piel, lo sobrenatural y las interseccionalidades de raza y género. Al mismo tiempo, no podemos dejar de ver el más profundo Caribe en estas obras a través de su surrealismo, sus paisajes naturales, el agua, los minerales de nuestra tierra, la danza, lo sincrético y la constante lucha por la supervivencia.
“Me inspiré en los poemas de Julia de Burgos como El Mar y Tú, El Naufragio y el Río Grande de Loíza, que hablan de su relación con el agua, pero además de lo literal, porque hay piezas que tratan de lo que trae el cauce del río, es sobre lo que nosotres somos. El agua es elemento con el cual estamos bien conectades como isleñes en este archipiélago. Hay muchos otros temas de las aguas profundas, que me gustaría transmitir, pero quisiera escuchar la lectura que le den las personas. Cada pieza puede representar algo distinto para cada uno”, contó la artista.
Nacida en Carolina, como Julia de Burgos, Nitzayra Leonor Canales Dalmau, su nombre de pila, es una artista multidisciplinaria que trabaja el grabado en relieve, la instalación, la fotografía y la cerámica, entre otras técnicas y materiales para desarrollar propuestas plásticas sobre su experiencia caribeña navegando sus contradicciones e intersecciones.
Escucha la entrevista completa aquí:
Desde el 2017, es artista asociada de Taller Malaquita y cofundadora de Parceleras Afrocaribeñas por la Transformación Barrial Inc. (PATBA). En el 2022 obtuvo un bachillerato en Artes Plásticas (BFA) con concentración en escultura en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico y una concentración menor en artes gráficas. Ha participado en diferentes exhibiciones colectivas alrededor del archipiélago de Puerto Rico, en Santiago de Cuba y Estados Unidos.
Dice que tiene una lista de artistas que la han inspirado, como sus maestras en la escultura Yamileth Flores Reyes y Linda Sánchez Pintor, así como las artistas caribeñas Belkis Ayón y Belkis Ramírez, y la fotógrafa estadounidense Lorna Simpson.
“Estoy emocionada con esta exposición. Estoy entre llorar y reírme en este proceso porque es algo bien ancestral que logré porque somos un montón y uno solo no puede. Es mucho más divertido y menos el tener que poner al cuerpo bajo presión y al límite, cuando tienes un equipo de trabajo y amigues que te ayudan a lograr tus sueños”, expresó sobre su primera exposición.
Para la profesora y curadora del arte, Emilia Quiñones Otal, “Lo que traen las aguas” es una muestra provocadora. “Las piezas de la muestra presentan contradicciones temáticas o entre medio y contenido. Estas se caracterizan por un movimiento sugerido. El agua en los platos torneados cae, el líquido dentro de los calderos se mueve de uno a otro o está a punto del derrame, los cuerpos danzan y los troncos se desploman. Sin embargo, vemos las escenas a través de imágenes estáticas en cerámica, fotografía e impresiones. La dialéctica en las imágenes nos habla de las batallas internas que Leonor nos invita a presenciar”, dijo.
“Lo que traen las aguas” estará por un mes en Reunión, un espacio alternativo y colectivo artístico ubicado en la parte posterior del edificio La Electrónica, #1608 Calle Bori, en Cupey.
Reunión, es un espacio colectivo conformado por una Sala de proyectos expositivos y Estudios de Fotografía, Diseño Sostenible y Cerámica. Estos espacios corresponden a la artista y gestora cultural Norma Vila Rivero, el ceramista y empresario Pablo Santiago Romera, la artista y fotógrafa profesional Rosario Fernández-Esteve, y la diseñadora y educadora Germarilis Ruiz.
«Lo que traen las aguas» se extiende hasta el 8 de abril del 2023. El horario de visita es los sábados de 2:00 p. m. a 5:00 p. m. El sábado, 25 de marzo, habrá un recorrido guiado a cargo de la artista. Para más información puede visitar las redes sociales @reunion.espacio, o escribir a reunion.espacio@gmail.com.