San Juan, Puerto Rico (EFE) – El director ejecutivo de la Autoridad de los Puertos de Puerto Rico, Joel Pizá, informó este martes que junto a cuatro navieras sometieron una solicitud de fondos federales por $40.8 millones para modernizar y reforzar la seguridad del Puerto de San Juan.
De esta manera, Puertos, junto a las empresas Crowley, Puerto Rico Terminals LLC. y Luis Ayala Colón y Sucrs, se unieron para pedir la ayuda millonaria al Programa de Desarrollo de Infraestructura Portuaria de la Administración Marítima del Departamento de Transportación de Estados Unidos.
En un comunicado de prensa, Pizá resaltó la importancia del Puerto de San Juan, pues es el que recibe el 80% de los alimentos que se consumen en la isla, así como el combustible y productos manufacturados y sirve de ruta marítima clave entre el Canal de Panamá y el Océano Atlántico.
Los cuatro proyectos presentados en la propuesta incluyen dos proyectos de Microred, uno en el terminal de carga de contenedores operado por la compañía Crowley en Isla Grande y otro en el terminal de carga de contenedores de Puerto Nuevo.
El objetivo de ello es proveer resiliencia y estabilidad energética durante una emergencia o apagón, dando continuidad de negocio a una infraestructura crítica de transporte de carga en contenedores que proveen los suministros esenciales para la sostenibilidad de Puerto Rico.
El de la terminal de Crowley consiste en la instalación de un generador de 500 kilovatios para operaciones normales y dos generadores diésel de 2 megavatios para equilibrar la demanda máxima.
El de Puerto Nuevo consiste en la instalación de un motor de combustión interna de 8 megavatios y almacenamiento de ultra condensadores / baterías de 2 megavatios.
También incluye un proyecto de mejoras en el pavimento de la Terminal de Puerto Nuevo para lograr maximizar el almacenamiento vertical de contenedores de carga.
Esto permitirá mejorar el uso y la seguridad de aproximadamente 12 acres de área de apilamiento de contenedores.
Eso ayudará a que el puerto pueda mover la carga de manera más fácil y eficiente cuando los esfuerzos de emergencia sean necesarios.
El cuarto proyecto es el de mejoras al pavimento en el área de descarga en el terminal de Isla Grande.
Esta obra consistirá en demoler y eliminar un edificio de almacén abandonado para obtener siete acres de almacenamiento de carga, así como realizar reparaciones a los bolardos de amarre utilizados por las barcazas de tres pisos, restaurándolos para un amarre seguro y confiable de embarcaciones.