Madrid, EFE – 450 organizaciones de la sociedad civil han pedido al secretario general de la ONU, António Guterres, el cese del sultán Al Yaber como presidente de la Cumbre del Clima de Abu Dabi (COP28) por su vinculación a la industria petrolera, considerada máxima responsable de la aceleración del cambio climático.
Las denominadas Conferencia de las Partes o COP son cumbres mundiales en las que, bajo el paraguas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), se buscan acuerdos al máximo nivel para mitigar la crisis climática.
En una carta remitida a Guterres, las 450 organizaciones denuncian que Al Yaber es el director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (ADNOC), decimosegunda productora mundial de petróleo, y que el hecho de que desempeñe este cargo representa «una amenaza a la legitimidad y la eficacia de la COP28».
«Si tenemos alguna esperanza de abordar la crisis climática, las COP no deben tener ninguna influencia de la industria de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón)», añade la misiva, en la que advierten de que ADNOC cuenta con uno de los planes más ambiciosos del mundo para la expansión de su negocio petrolero y gasista.
«Sus planes son incompatibles con las declaraciones de la Agencia Internacional de la Energía, que deja claro que no puede haber nuevas explotaciones de petróleo y gas si realmente se quiere limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C», añade la carta.
En ella, critican también que Emiratos Árabes Unidos no destacan por «tomarse en serio» la necesidad de dejar de utilizar y producir combustibles fósiles para limitar el calentamiento del planeta, sino que, más bien, antes de ser parte de la solución, son uno de los mayores causantes de la crisis climática.
Impedir que sigan dictando las reglas
Los firmantes critican que el nombramiento de Al Yaber fuera celebrado desde Estados Unidos, la Unión Europea e, incluso, la ONU, y subrayan que su elección refleja la gran influencia que siguen teniendo los grandes contaminadores sobre la política climática.
«Además, apunta a un problema más profundo: los intereses de los combustibles fósiles han invadido la CMNUCC y amenazan su legitimidad», como, a su juicio, se puso de manifiesto en la COP27 (Egipto), en la que se inscribieron más de 630 grupos de presión de combustibles fósiles para asistir a las negociaciones.
En su opinión, ninguna COP supervisada por un ejecutivo de una compañía de combustibles fósiles puede considerarse legítima y no puede seguir habiendo «grandes contaminadores escribiendo las reglas», según recoge la carga, abierta a nuevas suscripciones.
Por ello, urgen a la CMNUCC a que establezca un Marco de Rendición de Cuentas que incluya una política que termine con el conflicto de intereses de una vez por todas, así como que ninguno de los grandes contaminadores financie la acción climática.