San Juan, 16 de agosto de 2021 – Por toda la sala en casa de la familia Ponce se ven linternas, recipientes con agua, un botiquín y paquetes de alimentos no perecederos. La familia no se va a acampar, se están preparando para un desastre al organizar la “mochila de emergencia”.
Jonathan y Karlamarie Ponce jamás se preocupaban mucho por los desastres naturales donde viven en Caguas, pero después de los estragos del huracán María y los terremotos del 2020, no quieren dejar nada al azar.
Por todo el país, la preparación de antemano con un kit para desastres ha ayudado a muchas familias a hacer frente a estos fenómenos climatológicos. Los expertos advierten que continuarán ocurriendo con mayor frecuencia.
“Contar con un plan personal de preparativos aumenta sus probabilidades de quedar a salvo”, según un programa de capacitación del Centro Nacional de Preparación Contra Desastres de Columbia University.
Cuando Luis y Cároly Rojas, miraron su casa por última vez antes de dirigirse al lugar de refugio, pensaron: “No va a pasar nada”. Después de todo, el huracán Irma apenas los había afectado y las alertas para María al principio no parecían ser distintas. Al regresar, Luis explica: “Ver cómo quedó la zona, el tiempo que estuvo así y el estado de la casa fue algo impactante”.
Según Cároly, “Ahora es el momento de hacerlo”. Reconoce que, a la hora de una emergencia, suele faltar tiempo para ir al supermercado, farmacia o gasolinera.
Los Rojas atribuyeron la ayuda que recibieron para estar listos ante una emergencia al hecho de ser testigos de Jehová. Tanto los recordatorios periódicos que recibían en sus reuniones de congregación, como en la página de Internet de la organización, www.jw.org, les proveyeron consejos prácticos para organizar sus mochilas de emergencia.
Según manifestó Robert Hendriks III, portavoz de los testigos de Jehová en Estados Unidos, “La vida es muy valiosa, por eso animamos a todos a seguir los consejos de la Biblia y tomar medidas prácticas a fin de protegernos de los peligros”.
Las mochilas de emergencia no solo han sido útiles durante la temporada de huracanes, sino también durante otros desastres naturales.
Cuando la tempestad invernal Uri, en el mes de febrero, dejó a millones de residentes de Texas sin calefacción, electricidad y agua corriente, muchas mochilas de emergencia fueron utilizadas fuera de la temporada de huracanes.
Gracias a que Dan y Rhiannon Muey, que viven en Houston, se habían preparado de antemano, ello les permitió guarecerse en su casa durante varios días, mientras muchos de sus vecinos tuvieron que aventurarse sobre carreteras peligrosas en busca de suministros.
“Nuestras mochilas de emergencia para huracanes se convirtieron en nuestra fuente de suministros durante la tormenta de invierno, ¡qué contentos estábamos de tenerlas!” —dice Dan—. “En lugar de hacer largas filas para conseguir lo básico, como agua potable, ya teníamos lo que nos hacía falta”.
La familia Castro acostumbra a reunirse para reaprovisionar los suministros de emergencia. En el mes de enero de 2020, sus esfuerzos dieron frutos cuando el sur de Puerto Rico fue sacudido por temblores de tierra. En medio de la noche tuvieron que abandonar su casa llevando consigo solo las mochilas de emergencia.
Cindy Castro dice, “Si hubiéramos tenido que comenzar desde cero, buscando eso y aquello, nos hubiésemos demorado muchísimo”.
Pueden encontrarse sugerencias y consejos de FEMA sobre cómo estar preparado en casos de desastre y cómo organizar una mochila de emergencia en ready.gov, y de los testigos de Jehová en que-hacer-para-sobrevivir.