La Habana, 28 mar (EFE) – Una caravana de decenas de carros, motos, bicicletas, patinadores y hasta un carro de caballos desfiló este domingo por el Malecón de La Habana para pedir el fin del embargo comercial de Estados Unidos sobre Cuba.
Con música y banderas cubanas, los participantes recorrieron la célebre avenida desde el puerto de la capital hasta sus metros finales en el barrio de El Vedado haciendo sonar las bocinas y coreando consignas en contra del «bloqueo», que es como se conoce en Cuba al embargo estadounidense vigente desde hace seis décadas.
Uno de los momentos más ruidosos de la caravana fue su paso frente a la embajada de EE.UU., un tramo que en los años 90 fue escenario de multitudinarias marchas reivindicativas por causas como el retorno de Elián Fonzález, el «niño balsero».
La iniciativa fue convocada por la Unión de Jóvenes Comunistas con el fin de sumarse a las acciones convocadas también esta jornada en varias ciudades del mundo, algunas en Estados Unidos, para exigir el cese de las sanciones contra el país caribeño.
«El bloqueo, que en particular durante la pandemia mata, es criminal, es genocida y debe terminar», afirmó a Efe el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, quien estuvo presente en el desfile.
El Gobierno cubano ha denunciado reiteradamente que Washington -durante la administración del anterior presidente, Donald Trump (2017-2021)- endureció el embargo contra la isla en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus.
A la convocatoria también asistieron otras caras conocidas, como la legendaria exvelocista Ana Fidelia Quirot, quien explicó a Efe que los deportistas siempre están «presentes en todo tipo de manifestaciones a favor de causas justas».
«Estoy aquí para decir una vez más ‘no’ al bloqueo que Estados Unidos nos ha impuesto hace más de 60 años. Es un bloqueo injusto, inhumano, cruel, que nos quiere asfixiar, pero nosotros sabemos superar todos los obstáculos para salir adelante», señaló la campeona olímpica.
En la caravana destacó la presencia de los jóvenes que como Abraham Reyes, estudiante universitario de Educación Física, abogaron por «formar puentes de amor entre Cuba y los países del mundo».
«Qué mejor que hacerlo que con deporte y con ganas de seguir defendiendo nuestro país como siempre hemos hecho los cubanos», afirmó Reyes, quien se unió al recorrido a bordo de una motocicleta eléctrica.
Las pérdidas anuales estimadas que el embargo de Estados Unidos causa a Cuba superaron por primera vez los 5.000 millones de dólares entre 2019 y 2020, según el informe que el Gobierno del país caribeño elabora cada año para su presentación ante Naciones Unidas.
A precios corrientes, los «daños acumulados» en las casi seis décadas de embargo suman 144.413 millones de dólares, de acuerdo a ese documento.
La llegada del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca en enero pasado ha avivado las esperanzas de que el país vecino alivie las sanciones, reforzadas durante el mandato de Donald Trump y que combinadas con la pandemia y el retraso en aplicar las reformas económicas previstas desde hace una década han llevado al país a su peor crisis en tres décadas.
En sus cuatro años en el poder, el líder republicano suprimió los canales legales de envío de remesas, endureció los requisitos para viajar a la isla, vetó los cruceros, prohibió los vuelos a todos los aeropuertos cubanos excepto el de La Habana y volvió a incluir a Cuba en la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.
El pasado 9 de marzo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Biden no tiene entre sus prioridades un acercamiento a Cuba como el que protagonizó el exmandatario Barack Obama (2009-2017), pero aseguró que revisarán las decisiones con respecto a Cuba tomadas por la administración Trump, en especial la de incluir a la isla en la citada lista.