San José (EFE) – El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó este martes un decreto que declara de interés nacional el proyecto BioAlfa de identificación de la biodiversidad, que busca enseñar a leer y cuidar el bosque.
El programa BioAlfa sobre investigación ha sido promovido desde hace más de 30 años por el Área de Conservación Guanacaste desde el Ministerio de Ambiente y Energía y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación.
«La biodiversidad silvestre ha sido un recurso explotado irracionalmente y muy poco aprovechado de manera integral. Al generar conocimiento sobre ella, puede ser conservada, apreciada, utilizada e integrada sosteniblemente a la matriz socioeconómica del país como cualquier otro bien público», expresó el ministro de Ambiente y Tecnología, Carlos Manuel Rodríguez.
El ministro añadió que «crear sensibilidad y conciencia sobre la necesidad de conservar y usar de manera sostenible la biodiversidad es parte importante de la filosofía» de los programas.
Con la firma del decreto, ahora la iniciativa será desarrollada en todo Costa Rica durante 10 años, con la ayuda de socios internacionales, con el fin de bioalfabetizar a la población costarricense (enseñar a leer y cuidar el bosque) y ser un modelo para el mundo.
El programa de educación permitirá contribuir a fortalecer el desarrollo científico en materia ambiental y a dar a conocer e identificar la biodiversidad silvestre de Costa Rica, fundamentalmente su taxonomía, biología y ecología.
El proyecto BioAlfa tiene un alcance innovador, ya que utiliza herramientas biotecnológicas como el análisis genético de los códigos barras de la vida, para identificar las especies y el uso de tecnologías de información y comunicación para administrar, analizar y divulgar los datos masivos de la biodiversidad.
La información generada por esta iniciativa será integrada en la Plataforma para la Gestión del Conocimiento y la información de la Biodiversidad, declarada de interés público para Costa Rica.
El proyecto del Ministerio de Ambiente y Energía es apoyado por la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal, el Instituto Costarricense de Electricidad, las Universidades Públicas y otras instituciones públicas y privadas.