Sandra D.
Rodríguez Cotto
PERIODISTA
Alzas en la luz y gasolina + aumentos en precios de la comida + menos dinero del PAN + inflación = sucio difícil. Tienen al pueblo ante el umbral de la pobreza energética y nadie se atreve a hablarlo, no educan ni preparan al pueblo. Clavan al pueblo por el centro de la espalda.
Puerto Rico está ante el umbral de una crisis seria. Dura. La causa la pobreza energética de la que nadie se atreve a hablar para no tener que dar explicaciones de por qué no han educado al pueblo. Se resume de forma simple: Alzas en el precio de la gasolina + los aumentos consistentes en los precios de alimentos + la disminución en fondos de lo que reciben la tarjeta del PAN + la inflación = sucio difícil.
Mucha gente caerá en la miseria porque esta semana LUMA y el gobierno nos clavaron de nuevo por la espalda. La Comisión de Energía autorizó el sexto aumento consecutivo en el costo de la luz y no prepararon a nadie. Todo es soltar la noticia de aumentos sin explicarle a la gente, sin tan siquiera hacer una campaña para ahorro de luz. A la gente lo cogen con los calzones literalmente abajo.
Claro, se aprovechan del cansancio de huracanes, terremotos, politiquería, gentrificación, favoritismo a los extranjeros y pandemia. La gente está harta, y se aprovechan de eso. Esta semana por fin los medios se dieron cuenta de lo que veníamos denunciando en ¡Ey! Boricua desde el año pasado, que el gobierno local y los federales permitieron a los narcos controlar la reserva en Salinas. Todo esto terminó con la renuncia de Rafael Machargo, de Recursos Naturales, pero se queda como asesor en La Fortaleza. Mientras eso pasaba, se gestaba el salto a la pobreza energética de todos.
Se trata de un 13% de aumento de luz entre este mes y julio, el sexto aumento trimestral consecutivo. Para un cliente residencial promedio, el impacto será de $26.57 adicionales. Todavía no se sabe cuanto será el alza para los clientes comerciales o industriales. Aquí nadie se preparó.
Aquí algunos cabilderos en la radio hablan de los cuatro centavos por kilovatio hora que aumentó LUMA, pero lo que no dicen es que desde que empezó la pandemia, cuando cayó el precio del petróleo, pagábamos 17 centavos el kilovatio hora. Ahora lo
vamos a pagar 30 centavos el kilovatio hora, lo que representa 13 centavos de diferencia. Los seis aumentos consecutivos que hemos experimentado, en realidad representan el 43% de alza. Esto significa que si usted pagaba $100 de luz al principio de la pandemia, ahora paga $143.
Y rápido te llenan los ojos y los oídos con los anuncios de las placas solares, pero ojo, que también ahí hay farsas. No te dicen que te amarran a un contrato por 25 años, cuando esa tecnología sigue evolucionando y vas a terminar pagando por cosas obsoletas. Encima de eso, el en gobierno tramitan un impuesto al sol. Entonces, ¿para quién trabaja el gobierno?
La realidad irrefutable es que en Puerto Rico hemos llegado a unos niveles de pobreza energética peligrosos que atentan contra nuestro presente y futuro como sociedad, y amenazan el desarrollo. ¿Pero qué es la pobreza energética?
POBREZA ENERGÉTICA
Según la Organización de las Naciones Unidas, la pobreza energética es no tener suficiente energía para mejorar en tu vida, o no tener energía en absoluto. Casi 800 millones de personas en todo el mundo no tienen electricidad, y unos 2,600 millones, un tercio de la población mundial, no tienen acceso a combustibles limpios para cocinar. La falta de energía o el costo para producirla, hace que los individuos no puedan sobrevivir ni que puedan prosperar los negocios. Eso pasa en Puerto Rico.
La ONU establece como pobreza energética cuando una persona gasta más de una tercera parte de sus ingresos en el pago del consumo de energía. Esto se refiere al gasto de electricidad en los hogares, el gas licuado para cocinar los alimentos y la gasolina para transportarse. Si cuando usted suma lo que paga a LUMA, lo que paga en gas y lo que gasta en gasolina, y ese gasto excede el 33% de sus ingresos, usted está considerado como una persona que vive en pobreza energética.
Este tema no es nuevo, porque desde el 2019 vengo escribiendo y denunciando sobre la pobreza energética por el impacto que se ve en esta sociedad, en la que hay más personas mayores. Si usted es un retirado que recibe $600 de Seguro Social y digamos, gasta $100 en pago a LUMA y $100 en gas, ya tiene que destinar una tercera parte de sus ingresos en energía. Eso, contando con que no tenga carro porque si le añade la gasolina, se le va más dinero. Ya usted está en pobreza energética. ¿Cuántos más van a caer en esas?
Muchos caeremos en la pobreza y muchos otros en la miseria, y claro, eso no le conviene al gobierno. Nadie quiere hablar de la pobreza porque no le conviene a nadie decirlo. Por eso se callan. No te dicen que apagues el aire o que vivas a oscuras para ahorrar. No te dicen nada.
Y escucharás esta semana a los economistas decir que el barril de petróleo bajó por menos de los $100 el barril como consecuencia de que el presidente Biden liberó el las reservas de petróleo para nivelar los precios. Eso causó que el mercado bajara, pero todavía en Puerto Rico es como navegar en terreno pantanoso.
Hay que recordar que cuando en Estados Unidos estornudan, aquí hay pulmonía. Según los datos de la Encuesta de Comunidad del Censo de los Estados Unidos, la pobreza en Puerto Rico alcanza el 39.% de la población, pero sube mucho más en algunos municipios como Adjuntas (60.2%), Guánica (60.1%), Guayanilla (52.2%) y Moca (51.5%). Aquí 81,254 abuelos viven con sus nietos, y de estos el 36.1% es responsable de ellos. ¿Cómo enfrentan ellos estas alzas consecutivas en la luz? Un estudio del Instituto del Desarrollo de la Juventud reveló que seis de cada 10 niños viven ajo el nivel de pobreza. O sea, la pobreza infantil en Puerto Rico ronda entre el 56 y el 58%, y nadie da soluciones ni recomendaciones para enfrentar el golpe energético.
Aunque lo nieguen, veremos a mucha gente decidir entre pagar a LUMA o dejar de comprar medicinas. Pagar la luz o comer no es vida para nadie. Y escucharás de los cabilderos en la radio que esto es por la guerra en Ucrania. Obvio, pero no te dicen de cómo los gobierno enfrentan esta realidad. Esta semana en la República Dominicana subieron la electricidad casi un nueve por ciento (9%), pero aquí en Puerto Rico subió sobre un 18%. Ahí está la privatización. Nos vendieron la idea de que LUMA venía a resolver el problema porque no tendrían ni la burocracia ni la politiquería de poner gente en puestos por favores políticos. Dijeron que iba a ser mejor que la Autoridad de Energía Eléctrica, pero juzgue usted.
¿Qué me dicen de las madres jefas de familia que somos las mayoría de la población?
Tantas mujeres solas que no tienen como mantener a sus hijos, pero nadie les dice nada. No las prepararan. Ah, pero a Joanne Rodríguez Veve y a José Luis Dalmau lo que les importa es limitar los abortos. Como si eso no estuviera ya legislado.
Imponen su criterio y dedican tiempo en eso para conseguir titulares de prensa que de otra forma no obtendrían porque no han hecho gran cosa como legisladores. No hablan de la pobreza energética que viven sus constituyentes.
Pobreza es mucho más que vivir en un campo aislado o en un arrabal. La cara de la pobreza en Puerto Rico es variada y la vemos en miles de personas que viven en casas de clase media y hasta en urbanizaciones caras, que no tienen como pagar sus
facturas de luz. Esos no han logrado superar ni el huracán, ni la pandemia ni mucho menos a LUMA. La pregunta es, ¿por qué nadie habla de la realidad para poder enfrentarla? Piénselo.