Por José E. Fernández
El desperdicio de casi $3,000 millones en la construcción del Tren Urbano que solo beneficia a la zona metro es un fracaso innegable y una cicatriz en el corazón económico de Puerto Rico.
Esta inversión catastrófica no sólo erosionó las ya frágiles finanzas de la isla, sino que cada año se convierte en un monumento más al despilfarro, con cada vagón vacío que recorre sus vías.
¿Qué podría haberse logrado con esos $3,000 millones si se hubieran distribuido a través de todos los pueblos de Puerto Rico? Piénselo: infraestructuras renovadas, escuelas modernizadas, servicios públicos robustos, viviendas asequibles, y un estímulo económico muy necesario para pequeñas empresas y emprendedores. Este dinero bien podría haber sido un estímulo para un renacimiento económico y social a lo largo y ancho de la isla, en lugar de invertirse en un tren que se desplaza, en su mayoría, sin pasajeros.
La construcción del Tren Urbano no solo ha sido una mala inversión, sino que también ha ignorado a la mayoría de los residentes de Puerto Rico que viven fuera de la zona metropolitana.
Este desequilibrio en la inversión pública pone de relieve una desconexión alarmante entre las necesidades reales de los ciudadanos y las decisiones de los que ostentan el poder.
Este malgasto de fondos públicos no debe ser olvidado. Debe servir como un recordatorio crudo y constante de lo que sucede cuando las prioridades del gobierno se desvían de las necesidades del pueblo. Puerto Rico merece un uso más sensato y equitativo de sus recursos, con inversiones que beneficien a todos sus habitantes, no solo a unos pocos.
Los $3,000 millones gastados en el Tren Urbano son una lección costosa. No podemos darnos el lujo de repetirla.
El autor es fundador y presidente de la Fundación Por Paridad, entidad sin fines de lucro para erradicar la pobreza en Puerto Rico y promover la paridad en beneficios federales sociales y económicos para todos los puertorriqueños en la isla. Fundador de la Fundación Kinesis. Presidió entidades financieras como A.G. Becker Puerto Rico, Drexel Burnham Lambert Puerto Rico y Oriental Bank and Trust. Fundador y presidente de Omega Overseas Investments Corp.