Cómo sobrevivir a cien días de ‘gobernanza’ estilo reality show
Por Wilda Rodríguez
Periodista
Si fuera todavía jefa en algún medio noticioso, estaría volviéndome loca. Es la época de preparar una edición especial sobre los primeros cien días de la gobernadora Jennifer González. Compadezco a los colegas que tienen ahora esa responsabilidad.

Por suerte, lo que me toca hacer es una parodia con Graciela Rodríguez Martinó el jueves 10 de abril en el café teatro Moneró del Centro de Bellas Artes de Caguas. Eso se llama retirarse con dignidad.
Tengo, sin embargo, unas sugerencias para los pobres jefes de redacción del momento.
La portada o primer corte de la edición especial tiene, por supuesto, que ser de la primera familia, a falta de una foto de estudio de JG con Donald Trump.
Con las secciones del especial hay que hacer unas cuantas maromas, pero se puede. No se rindan.
Lo primero es una entrevista light con la gobernadora para que haga dos o tres chistes sobre lo difícil que ha sido sobrevivir estos primeros cien días con tanta responsabilidad a cuestas como gobernadora, mamá, política y party animal. Esa entrevista se acompaña con cuatro fotos: una sentada en la poltrona de su oficina en La Fortaleza, otra con los nenes, otra recostada sobre el podio en una conferencia de prensa y una de ella bailando hasta abajo.
En segundo lugar, deben publicar una página de su plan de gobierno. No necesitan mucho. Una sola foto a página completa de la susodicha con una gran sonrisa y un pie de foto grande que diga: “Vamo’ a ver qué pasa.”
De inmediato vamos a ver sus logros en los primeros cien días. Busquen muchas fotos en diferentes poses para acompañar un texto bastante corto que pueden dividir en dos o tres viñetas (bullets) con letra suficientemente grande para que ocupe espacio y suficientemente pequeña para que no llame mucho la atención.
El centerfold es sencillo y hermoso. Bajo el título “Mami linda, papi sexy”, escojan las mejores fotos jugando con los nenes. En la alfombra, en su romper room, en España, en Washington.
Viniendo de ese banquete para el espíritu, hay que entrar en la parte difícil. Una página de fotos pequeñas de sus nominados al gabinete que han tenido problemas de confirmación o de pasado turbio. No se desmanden con esto. Que sean fotos donde todos salgan guapos y sonrientes. La ponen inmediatamente después de los nenes para que pase lo más inadvertida posible. A nadie le gusta un bajón en una fiesta.
Es inevitable traer en una página su relación de amor y odio con Thomas Rivera Schatz. Pero esto lo hacemos bien inteligentemente: lo colocamos en una página donde los legisladores más conocidos de su partido elogien su gestión, empezando con el propio Rivera Schatz, aunque haya que negociar la foto que acompaña el escrito.
La gran familia de La Fortaleza es imprescindible en esta edición especial. Francisco Domenech y Verónica Ferraiouli en el centro, rodeados de todo el equipo de trabajo sonriente, saludando a la cámara. Asegúrense de que no se les cuele ninguno de los empleados amargados que fueron a aplaudir por obligación en el cumpleaños de Jovin.
Inmediatamente después, la foto de su gabinete como anuario de escuela superior. Waldemar Quiles y Víctor Ramos tienen que estar en la primera línea de fotos. La secretaria de Justicia debe ser la última, por si hay que sacarla de aquí a allá.
Miren, yo no quiero ser farandulera, pero creo que ese especial no puede ir sin una foto de JG con Maripily, Anuel, Grupo Manía y Natti Natasha, por lo menos. La de Maripily es la más grande, con las tetas cayéndose del escote para que nadie se fije en más nada.
Para un balance periodístico, junto a esa página deben estar los detractores de la gobernadora: Benito Martínez, René Pérez, Molusco, Leo Díaz.
No olviden una buena foto de Carlos Bermúdez rodeado de los que son justos con la gobernadora, como Rubén Sánchez, Ferdinand Pérez, Alex Delgado, Luis Dávila Pernas y Carlos Díaz Olivo; y otra más pequeña debajo con los periodistas que la denuncian a cada rato, como Oscar Serrano, Sandra Rodríguez Cotto, Wilda Rodríguez, Jay Fonseca y Valeria Collazo. Esa puede manipularse con IA para que aparezca El Infierno de Dante de fondo.
Lo que más trabajo me cuesta imaginar es la agradable foto con Donald Trump. Busquen, busquen, que tiene que haber alguna.
El primer caballero también debía tener alguna foto tocando güiro dominicano en alguna parte.
No debe ser muy larga esta edición especial para que la gente no sospeche que hay alguna parcialización en el asunto por temor a represalias. Tranquilos, la gente entiende que JG padece del Síndrome de Ubris, la enfermedad del poder, y que ese trastorno narcisista incluye ser rencoroso. No es cuestión de que los dejen sin anuncios.
Vamos a tener que dar una clasesita sobre ese mal político de Ubris, pero ahora no es. Ahora estamos enfrascados en un especial sobre los primeros cien días de JG.
Vamos a cerrarlo como se debe. Una foto a página completa de beso apasionado o grajeo entre la primera pareja. La del grajeo en la grama es buena, pero está muy vieja. Deben haber otras mejores. Título: “Vamos por los triples”.
Están invitados a colaborar con ideas. Mejor aún, vayan a despojarse el 10 de abril con nosotras, porque JG y Trump nos tienen Hasta las Tetas.
Son cien días que pesan como mil.
No se rajen la cabeza preguntándose por qué escribo esta barbaridad. Por pena. Me enteré de que en WIPR-TV están sudando la gota gorda. Llegaron los genios del palacio azul bajo la batuta de Carlos Bermúdez a dar órdenes y exigir material fílmico de los “logros y desafíos” de JG en sus primeros cien días. Están exprimiendo los archivos porque ese material está bien escaso.
Tardaron cuatro horas en hacer el primero de 10 capítulos de media hora para esta noche (escribo el jueves 3 de abril). El último está programado para el jueves 10 de abril, cuando JG tendrá una fiesta para celebrar nuestra parodia Hasta las Tetas, A cien días de Jenny Trump esa misma noche a las 8:00 p.m. en Moneró, Café Teatro y Bar en el Centro de Bellas Artes de Caguas. Citaron a las 5 para que les dé tiempo a cumplir con ella y llegar a Caguas a reírse de ella.