San Juan, Puerto Rico – Sharif Fitzgerald Torres Oliveras, residente de Juana Díaz, fue sentenciado por un juez del Tribunal de Primera Instancia de Ponce, a 30 días de cárcel y a pagar una multa de $500 por la posesión ilegal de un carey (Eretmochelys imbricata), tortuga marina que está en peligro de extinción, informó este jueves la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez Vega.
Torres Oliveras fue encontrado culpable de violación al artículo 6, inciso O, de la Ley 24, Nueva Ley de Vida Silvestre de Puerto Rico, que prohíbe la caza o colecta de especies vulnerables o en peligro de extinción.
«La decisión judicial no solo refleja la gravedad de los actos contra nuestra vida silvestre, sino que envía un mensaje claro sobre las consecuencias de ignorar las leyes y reglamentos que salvaguardan a nuestras especies en peligro de extinción”, manifestó Rodríguez Vega en comunicado de prensa.
La investigación fue liderada por Miguel Pérez Colón e Israel Torres Ocasio, agentes del Cuerpo de Vigilantes del DRNA, en colaboración con personal de la Policía.
“Desde el DRNA hacemos un llamado a la ciudadanía para que continúe colaborando en la preservación de nuestra biodiversidad, reportando cualquier actividad sospechosa. Proteger nuestras especies en peligro es responsabilidad no solo de la agencia, sino de todos los ciudadanos”, puntualizó Rodríguez Vega.
La tortuga marina carey es reconocida por su distintivo caparazón de colores vivos y patrones únicos. Considerada en peligro crítico de extinción, esta especie juega un papel crucial en la salud de los ecosistemas marinos, especialmente en los arrecifes de coral, al alimentarse de esponjas que podrían dominar estos hábitats y limitar la diversidad de corales. La conservación del carey es vital no solo para la biodiversidad marina, sino también para la salud general de los océanos.