Alegan que la Junta de Gobierno y la Junta Universitaria pedirán la renuncia al presidente Ferrao debido a la protección brindada a su ayudante Hernández; el claustro ya retiró la confianza
Por Sandra D. Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro
SAN JUAN, Puerto Rico – Esta semana, se anticipa una crisis en la dirección de la Universidad de Puerto Rico (UPR) ante el insistente comentario de que tanto la Junta de Gobierno, que administra la universidad, como la Junta Universitaria, le pedirán la renuncia al presidente Luis Ferrao.
Ayer, el claustro le retiró la confianza a Ferrao, como reportó El Nuevo Día, pero la crisis es mucho mayor y más urgente. Más allá de su intento de paralizar las admisiones a 64 programas académicos —movida que incitó el rechazo de diversos sectores del país—, los organismos rectores de la UPR señalan actos de corrupción, desgobierno y un abierto favoritismo hacia su ayudante, a quien consideran el presidente «de facto».
Se trata de Josué Hernández Álvarez, señalado como responsable de muchos de los problemas actuales en la Universidad. Ha ocupado diversos puestos y, actualmente, Ferrao busca asegurar su permanencia, junto a la de otros, en posiciones más altas mediante traslados cuestionables.
Fuentes señalan abuso de poder
En Blanco y Negro con Sandra sostuvo comunicación y reuniones con tres miembros de la Junta de Gobierno, varios miembros de la Junta Universitaria y personal del equipo de Ferrao. Todos coinciden en que el presidente ha abusado del poder y que esta semana será crítica para la institución.
El miércoles 29 de enero, la Junta Universitaria —integrada por profesores y estudiantes— se reunirá. Este organismo no está satisfecho con las acciones de Ferrao en la cancelación de los 64 programas ni con el poder que ha otorgado a Hernández. Se anticipa que en dicha reunión le retirarán la confianza y le pedirán la renuncia.
Para el jueves 30 de enero, está pautada la reunión de la Junta de Gobierno, entidad máxima de la UPR. Fuentes aseguran que le solicitarán la renuncia, si es que Ferrao no la ha presentado antes.
El presidente «de facto»
El poder otorgado a Hernández Álvarez por Ferrao ha generado descontento en múltiples sectores, incluyendo la Junta de Gobierno.
Hernández Álvarez ha tomado decisiones que han aumentado los gastos de la UPR. Entre estas, destaca el intento de asegurar puestos permanentes para él y otros empleados. Según nuestras fuentes, la Oficina de Auditoría Interna cuestionó los traslados que pretendían beneficiar a Hernández y a otros empleados con salarios significativamente más altos.
En el documento OIA-2025-0, se detallan irregularidades en los traslados de cuatro empleados a la Administración Central. Estos incluyen a Wilson Crespo Valentín, Angie Rivera, José Canales Caraballo y al propio Hernández Álvarez, quienes obtendrían puestos con salarios superiores a los actuales.
El meteórico ascenso de Hernández Álvarez —de ayudante a vicepresidente y luego a director ejecutivo— ha provocado indignación entre los empleados. Además, durante el huracán María, se le atribuye haberse autoproclamado rector de Río Piedras, firmando documentos bajo la protección de Ferrao.
Otros problemas de Ferrao
Además de las deficiencias señaladas por la auditoría, la Junta de Gobierno considera que el desempeño de Ferrao es incompetente. Sus incumplimientos ante la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE), la Junta de Control Fiscal y la comunidad universitaria ponen en riesgo la capacidad de la UPR para generar fondos.
Critican que Ferrao carece de liderazgo innovador y gerencial, y que ha permitido un ambiente tóxico liderado por Hernández Álvarez.
El impacto político
Las luchas internas en el Partido Nuevo Progresista (PNP) también han incidido en esta crisis. Hernández Álvarez y su grupo respaldaron a Pedro Pierluisi en la primaria, lo que generó tensiones tras la victoria de Jennifer González.
Ferrao ha intentado asegurar su posición participando activamente en actividades oficiales y ofreciendo puestos a personas cercanas a la gobernadora. Sin embargo, fuentes cuestionan su capacidad para presentar logros significativos que justifiquen su permanencia en el cargo.
La Junta de Control Fiscal y La Fortaleza han expresado preocupación por la estabilidad de la UPR, que enfrenta un déficit operacional de $3,000 millones y $300 millones en deuda por bonos.
Posibles sustitutos
Ante la posible salida de Ferrao, en La Fortaleza ya consideran nombres para reemplazarlo, como la rectora de Río Piedras, Angie Varela Llavona, junto a otros candidatos, entre ellos exrectores y exdecanos.