San Juan, 18 ago (EFE) – La legisladora puertorriqueña detenida el lunes por presunta corrupción María Milagros Charbonier dijo este martes estar «convencida» de que «alguna persona» está detrás de sus 13 acusaciones por presunta corrupción, lavado de dinero, soborno y obstrucción a la Justicia.
«Yo y mi familia hemos estado analizando esto con nuestros abogados. Vamos a seguir analizando. Yo estoy convencida que aquí hay alguna intención de alguna persona de causar un daño y lo causó, ya lo causó», expresó la legisladora en entrevista con la estación local WAPA TV.
«Nunca hubiera pensado que yo hubiera terminado la carrera mía política de esta manera», afirmó Charbonier, con ocho años de carrera en la Legislatura.
Charbonier fue arrestada ayer por agentes del FBI, por estar acusada junto a su esposo, el abogado Orlando Montes; su hijo Orlando Gabriel Montes y su asistente Frances Acevedo de 13 cargos por un supuesto caso de corrupción gubernamental.
Los cuatro están señalados de organizar un esquema que duró de enero de 2017 hasta julio de 2020 para aumentarle el sueldo a Acevedo con fondos públicos, parte de cuya cantidad iba a parar a Charbonier y su familia.
El jurado federal alega que hasta julio de 2020 Charbonier recibió cerca de $100,000 en forma de sobornos y comisiones ilegales.
Por las acusaciones, Charbonier se declaró no culpable, mientras que el juez federal Bruce McGiverin le impuso una fianza de $25,000.
Charbonier, quien presidía la Comisión de lo Jurídico de la Cámara Baja, enfatizó este martes que ni ella ni ningún miembro de su familia tiene que ver con los hechos imputados.
La legisladora dijo además que de los hechos que más le han sorprendido es la acusación contra su hijo.
«Estoy en paz con mi consciencia y enfrentaré este proceso como he enfrentado tantas cosas en la vida con la confianza puesta en Dios de que todo saldrá bien, sobre todo para mi hijo, que no tiene nada, nada, nada absolutamente, nada que ver con esto», afirmó.
«Incluso, ninguno, pero menos él. Y para mí, en ese sentido, ha sido algo duro, porque soy madre, segundo, porque es un niño que toda su vida ha hecho las cosas correctamente. Y yo no veo razón alguna legal para que él esté aquí», recalcó.
Las penas a las que se enfrentan Charbonier y su familia, así como Acevedo, podrían ser de hasta 20 años de cárcel por los delitos de fraude electrónico, lavado de dinero y obstrucción a la justicia; hasta 10 años de prisión por los cargos de robo y soborno; y hasta 5 años de cárcel por el cargo de conspiración.