Por Miguel Díaz Román
Especial EyBoricua.com
San Juan (22 de abril de 2022) – La empresa Suiza Dairy no descartó acudir a los tribunales para que la Oficina para la Reglamentación de la Industria Lechera (ORIL) garantice los aumentos de precio que permitan la estabilidad de la empresa y de toda la industria lechera, lo que podría desembocar en un nuevo pleito judicial en el Tribunal Federal como el ocurrido varios años atrás y cuyos efectos multimillonarios aún lo está pagando el gobierno y los consumidores.
“No hemos descartado posibilidades que nos ayuden a avanzar, pero nosotros lo que queremos es una respuesta inmediata del gobierno”, sostuvo Luz Adriana Osorio, gerente general regional del Grupo Gloria, que es la empresa matriz de Suiza Dairy, cuando se le preguntó si habían descartado impugnar en los tribunales la presunta incapacidad de la ORIL para revisar el precio de la leche con fin de garantizar una margen de ganancia adecuado a los integrantes de la industria lechera.
En el 2004 Suiza Dairy junto con la planta Tres Monjitas sostuvieron en una demanda en el Tribunal Federal de San Juan que la inacción de la ORIL para aprobar aumentos en el precio de la leche les había causado pérdidas que en un momento fueron estimadas en cerca de $200 millones.
El pleito se transó con un acuerdo avalado por el ex gobernador Alejandro García Padilla, que implicaba un pago de $60 millones de parte del gobierno, y un alza en el precio de la leche, cuyos recaudos debían compensar la totalidad de las pérdidas causadas por la inacción de la ORIL.
En una concurrida conferencia de prensa celebrada hoy viernes, Suiza Dairy, la empresa líder en el segmento de la leche fresca en el mercado local, denunció la “inobservancia” del marco regulatorio de parte de la ORIL para garantizar adecuados márgenes de ganancias a los integrantes de la industria.
Denuncia incumplimiento del reglamento 12
Osorio sostuvo que el incumplimiento de la ORIL con las disposiciones del reglamento 12, que surgió como resultado del acuerdo entre el gobierno y las plantas procesadoras en el Tribunal Federal, ha provocado que la empresa se encuentre en “un estado financiero sumamente difícil que, de no remediarse en un corto plazo, la obligará a tener que tomar medidas operacionales drásticas”.
El reglamento 12 obliga a la ORIL a revisar anualmente la estructura de costo de los integrantes de la industria con el fin de decretar un alza si es necesario.
La ejecutiva dijo que en los pasados nueve años Suiza Dairy ha experimentado una merma en ventas de 50 millones de litros de leche. Explicó que en el 2014 la empresa procesaba 126 millones de litros de leche anuales y en 2022 esa cantidad se ha reducido a 76 millones de litros de leche. Entre las razones que justifican la merma figura la migración y la reducción en la tasa de natalidad.
No obstante, en ese periodo la ORIL no ha revisado el precio de la leche, según indicó la licenciada Janice Ramírez, directora legal de Suiza Dairy. Ramírez sostuvo que desde 2013 la ORIL ha incumplido con las disposiciones del reglamento 12, a pesar de que la empresa ha presentado sus informes anuales en los que se detallan las alzas y bajas en los costos de producción y otros gastos asociados.
“Desde que está en vigor el reglamento 12 no han cumplido (con las disposiciones de reglamento)”, dijo la licenciada Ramírez.
Aunque la revisión de la estructura de costo de los integrantes de la industria deberá conducir a un alza en el precio de la leche a nivel del consumidor, debido al efecto de la inflación en los combustibles, la energía eléctrica y otros productos necesarios para la producción y elaboración de leche, ni Osorio ni Ramírez expresaron el monto del aumento que Suiza Dairy estima necesario para cubrir el alza que han experimentado en sus costos de producción.
En un comunicado de prensa distribuido por Suiza Dairy se indica que la empresa pierde dinero desde el año 2014 por cada cuartillo de leche que vende.
Suiza Dairy rechaza que cerrará una de sus tres plantas
“Hemos solicitado a la ORIL que haga cumplir las regulaciones actuales de la industria lechera, que vele por el cumplimiento de la Ley 34 del 1957 o Ley para Reglamentar la Industria Lechera, y el Reglamento 12 tanto prospectiva como retroactivamente. La presente situación nos está empujando a tomar medidas drásticas que afectarían la industria lechera y al país. No estamos pidiendo que se derogue una ley ni que se modifique. Estamos solicitando solamente que se cumpla con el marco regulatorio tal cual está al presente. Esta es una situación insostenible que tenemos que resolver para poder continuar operando en Puerto Rico”, dijo Osorio.
No obstante, la ejecutiva rechazó que Suiza Dairy fuera a cerrar una de sus tres plantas procesadoras y señaló que la revisión en el precio le permitiría a la empresa realizar las inversiones necesarias para innovar y producir nuevos productos para el mercado local y para el mercado de exportación.
La ejecutiva dijo que se ha reunido con el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, con el administrador de la ORIL, Javier Lugo Rullán, y con la secretaria de la gobernación, Noelia García Bardales.
Indicó que las reuniones han sido “positivas”, pero hasta el momento ni el Departamento de Agricultura ni la ORIL han reaccionado a sus peticiones.
De hecho, González Beiró no ofreció señales de que atendería los reclamos de Suiza Dairy, porque sostuvo que las pérdidas obedecen a ineficiencias de la empresa.
“La realidad es que mi administración ha atendido con celeridad la situación de los costos de los componentes de la industria. El año pasado se le concedieron dos aumentos de precio, así que no sé, parece que viven en la luna. En el 2013 cuando hicieron el nefasto acuerdo con García Padilla, su margen (de ganancias) no llegaba a 30 centavos y hoy cobran 80 centavos por procesar la leche y todavía pierden dinero. Esto es ineficiencia”, dijo González Beiró.
El pasado año la ORIL autorizó un alza en el precio de la leche para satisfacer una petición de las plantas procesadoras que pudo haber sido insuficiente para atender los reclamos de estas empresas. Luego autorizó un alza en el precio de la leche UHT.
Hasta el momento la ORIL no ha reconocido un aumento para beneficiar al sector ganadero. Lugo Rullán ha dicho que está en espera de los resultados de un estudio económico que se ha estado realizando desde el pasado año.
González Beiró no comparece a vista pública
El pasado miércoles el gerente general de Suiza Dairy, Egberto Torres Cava, envió una carta a los ganaderos del país en la que señaló que la industria lechera experimenta un momento crítico no solo por la inflación que padecen los altos precios, sino también por la “inobservancia” del marco regulatorio de parte de la ORIL para garantizar adecuados márgenes de ganancias a los integrantes de la industria.
En la carta Torres Cava advierte que la empresa está realizando un llamado “inminente para que los responsables de velar por el adecuado sostenimiento de esta industria actúen”.
Los señalamientos de Suiza Dairy contra la ORIL acontecen luego de que el pasado lunes el representante Javier Rivera Segarra, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes, anunció que ha recibido información sobre que una de las plantas procesadoras podría paralizar sus operaciones en los próximos meses debido a que el procesamiento de leche se ha convertido en una actividad perdidosa. Rivera Segarra no identificó la planta procesadora.
Las expresiones del legislador surgieron tras la suspensión de una vista pública de la Comisión de Agricultura, por la incomparecencia de González Beiró.
En la vista pública se pretendía discutir los problemas urgentes que afectan a la industria lechera como la producción excesiva, el decomiso de leche, la exportación de leche a la República Dominicana y la baja tarifa de pago al sector ganadero por la leche cruda impuesta por la ORIL.
Un grupo de ganaderos, liderados por los ganaderos Carlos Benítez e Iván Martínez, sostienen que los costos de producción exceden lo que se paga por cada litro de leche cruda producida y exigen a la ORIL un cambio en la tarifa.
Benítez y Martínez alegan que la tarifa de pago al ganadero, que consiste de dos tarifas básicas por leche producida, estimula la sobreproducción porque los ganaderos aspiran a vender su leche a la primera tarifa, que suple el mercado de leche fresca y que es la más alta. La segunda tarifa es más baja porque la leche será destinada a la elaboración de subproductos.
No obstante, debido a que el consumo ha bajado, las plantas procesadoras destinan cada vez menos leche para satisfacer el mercado de leche fresca, lo que, alegadamente, genera mayores excedentes. De hecho, se ha registrado un alza en el decomiso de leche y en la exportación del producto a la República Dominicana, mientras en ambos escenarios el ganadero recibe una compensación por litro que no alcanza para cubrir los costos de producción.
En los pasados años Suiza Dairy inauguró una moderna planta procesadora en Aguadilla que hasta ahora no ha operado a toda capacidad.
Las plantas Suiza Dairy y Tres Monjitas aún esperan el desembolso de cerca de menos de $30 millones que deberá realizar el gobierno como resultado del acuerdo avalado por el ex gobernador García Padilla. Tras la aprobación del plan para el pago de la deuda del gobierno con los acreedores, el pago a las plantas procesadoras fue reducido en 50 %. Suiza Dairy impugnó esa parte del plan para el pago de la deuda y están en espera por una determinación del Primer Circuito de Boston.