Por Miguel Díaz Román
Especial para EyBoricua.com
San Juan, 2 de septiembre – Sin el alza en el precio del café el Departamento de Agricultura no tendrá dinero para mantener el programa de importación del grano, lo que impedirá a los torrefactores locales suplir la demanda del mercado y como resultado, la industria del café en Puerto Rico desaparecerá causando la pérdida de millones de dólares en inversiones, sostuvo el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró.
La ominosa advertencia figura en una comunicación que González Beiró envió al secretario del Departamento de Asuntos al Consumidor (DACO), Edan Rivera Rodríguez, ayer 1 de septiembre.
DACO rechazó una propuesta del secretario para aumentar el precio del café local y el importado, presentada por el Comité Evaluador del Café, debido a graves deficiencias, falta de información económica y datos estadísticos.
En la carta González Beiró sostuvo que sin el aumento el Programa de Compraventa de Café de la Administración de Desarrollo de Empresas Agropecuarias (ADEA) no podría continuar comprando café en el mercado internacional para venderlo a los torrefactores y comerciantes locales.
El citado programa genera más de $30 millones a ADEA a través de la reventa de café importado, pero debido a un alza del grano en el mercado internacional las ganancias de la agencia han mermado. El aumento solicitado por González Beiró al café importado tiene como objetivo recuperar la ganancia, la cual no ha sido precisada.
De los ingresos que genere la venta de café ADEA debe garantizar cada año hasta $20 millones para poder comprar nuevamente el grano el próximo año en el mercado internacional.
La producción de café local asciende a 50,000 quintales anuales y se importan más de 210,000 quintales anuales de café desde México y República Dominicana cada año.
De hecho, debido a los sustanciales ingresos que la reventa de café importado le genera a ADEA, la Junta de Supervisión Fiscal eliminó las asignaciones que esa dependencia recibía del fondo general para ofrecer ayudas e incentivos a los agricultores. El organismo federal sostuvo que las ayudas e incentivos a los agricultores debían surgir de los ingresos de la reventa de café.
El secretario no ha ofrecido públicamente información sobre los gastos de ADEA en incentivos y ayudas a los agricultores y el monto histórico de las ganancias por la reventa de café y cómo se han afectado esas ganancias desde el alza del grano en el mercado internacional.
En la carta el secretario insistió que el Comité tiene la documentación que DACO alegó que no se presentó y exhortó a Rivera Rodríguez a reunirse con los miembros del organismo.
“No comparto su interpretación de que la actuación del Comité haya impedido que DACO revise la Orden 1-2015. Por el contrato, este es un grupo de profesionales y empresarios que comenzaron el proceso de regulación requerido por ley y que están en la mayor disposición de continuar asistiéndole en su encomienda”, dijo González Beiró en la carta.
Secretario insiste Comité tiene los datos
En la comunicación el secretario insistió en que DACO revise la presunta información que tiene el Comité y advirtió que la revisión debe ser rápida para evitar la inestabilidad de la industria del café.
“Como le he mencionado en ocasiones anteriores, la estabilidad de la industria cafetalera requiere que este proceso se atienda de la forma más rápida posible para evitar el impacto negativo que están recibiendo”, indicó el secretario.
DACO concluyó que la propuesta del Comité “no se acompañó anejo alguno” y sus alegaciones “no encuentran apoyo en la información que se incluye en el documento en cuestión”.
El informe de DACO en el que se rechazó la propuesta señaló, además, que el documento recibió la firma de cinco de los seis miembros del comité. Según DACO, faltó la firma de la representante de la agencia en el comité, la economista Camille García, quien era la secretaria del comité y encargada de llevar las minutas.
Según el informe de DACO, en la última reunión del comité, celebrada el pasado 30 de agosto, a García no se le dio acceso virtual a la reunión, lo que impidió que ella se expresara sobre el contenido de la propuesta. El informe no abunda sobre las razones por las cuales a la economista le fue vedado el acceso a la reunión. Ese día el comité entregó su propuesta en la oficina del secretario del DACO.
En la carta al secretario de DACO, González Beiró no menciona por qué no se permitió que la economista participara en la reunión. El funcionario sostiene que el informe “fue entregado personalmente en las oficinas centrales de DACO, donde se procuró a la economista García. Al no encontrarse, se dejó el informe para su evaluación, esperado su firma, posición, objeción o recomendación en torno al mismo”.
Finalmente, el secretario advierte en la carta el efecto catastrófico que tendrá no aumentar el precio del café.
“De no atenderse este asunto con la premura requerida, nuestro Programa de Compraventa de Café de la ADEA se vería impedido de continuar comprando café internacional a nuestros productores, y estos a su vez, al tener que costear los altos costos de procesos regulatorios y arancelarios, no podrían obtener la materia prima necesaria para continuar sus industrias y suplir la demanda del mercado. Además, representaría la pérdida de millones de dólares en inversiones que hace nuestra agencia en miles de agricultores. Todo esto, sumado a los altos costos de producción y transportación elevándose vertiginosamente, podría representar la desaparición de la industria”.
Según DACO, otro de los problemas de la propuesta es que no incluye datos ni evidencia para corroborar informaciones especulativas, y carece de información esencial. También menciona que la propuesta se contradice y carece de evidencia o documentos en respaldo a lo que se asevera y establece conclusiones “sin base alguna y sin ningún tipo de análisis o evidencia”.