Los caucus del Senado Académico y estudiantiles de la Universidad de Puerto Rico se expresaron en contra del nombramiento por señalamientos previos de fraude contra Muñoz
San Juan, Puerto Rico (EFE) – Los caucus del Senado Académico y estudiantiles de la Universidad de Puerto Rico (UPR) expresaron su rechazo a la designación de Miguel Muñoz como el nuevo presidente de la institución académica por sus señalamientos de fraude cuando previamente presidió la misma del 2011 al 2013.
Durante la pasada incumbencia de Muñoz, elegido a presidir la UPR en la noche del jueves, lo ubicaron en probatorias de las agencias acreditadoras por deficiencias en la radicación de informes financieros y la pérdida de $7 millones en fondos del National Science Foundation para investigación.
Además, se alega que fue cómplice de fraude del programa CRECE-21 que produjo la radicación en 2016 de 263 cargos contra tres exrectores (Cayey, Arecibo y Utuado) y seis personas adicionales que trabajaban bajo su supervisión.
“Esto es una muestra de su incapacidad para regresar a dirigir nuestra Universidad”, afirmó el caucus del Senado Académico universitario.
Por su parte, los representantes estudiantiles expresaron su “indignación y rechazo” hacia la Junta de Gobierno de la institución por elegir a Muñoz, pidiendo así revertir la decisión por “someterse a las presiones políticas que claramente van en detrimento de los intereses y el bienestar de la comunidad universitaria”.
“Lamentamos profundamente que los miembros de la Junta de Gobierno hayan priorizado intereses ajenos a la misión y visión académica de la UPR, cediendo a influencias externas que buscan desestabilizar nuestra autonomía universitaria”, reclamaron.
“Este tipo de decisiones ponen en peligro la integridad de la UPR, la única institución de educación superior pública del país, que ha sido forjada por décadas de lucha estudiantil y académica en defensa de su autonomía”, enfatizaron.
El grupo de universitarios criticó la elección de Muñoz, porque “en lugar de velar por la excelencia académica, la accesibilidad y el desarrollo de la Universidad, se están anteponiendo intereses que no reflejan la diversidad ni las necesidades de la comunidad universitaria”.