SAN JUAN, Puerto Rico – En medio de una controversia sin precedentes, Proyecto Dignidad, a través de un comunicado emitido por su Consejo de Gobierno, ha extendido una disculpa pública a raíz de las declaraciones controversiales realizadas por su presidente, César Vázquez, sobre el embarazo de mellizos de la comisionada residente en Washington, Jenniffer González.
Dentro del comunicado, el partido destacó su compromiso con la dignidad y el respeto, «Respetamos la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y eso incluye el proceso de gestación de la Comisionado Residente. El Dr. César Vázquez Muñiz ha pedido disculpas públicas por el efecto que sus expresiones pudieron haber tenido sobre la Comisionada Residente y su familia».
El incidente comenzó tras una entrevista con el periodista Rubén Sánchez, donde Vázquez cuestionó si González estaba «realmente embarazada» o si su embarazo era resultado de una gestación subrogada. Ante tales acusaciones, la Comisionada González reaccionó de inmediato, comunicándose con la emisora para refutar tales afirmaciones y, en un gesto de desesperación y frustración, publicó en redes sociales una certificación médica para corroborar la veracidad de su embarazo.
La opinión pública no tardó en manifestarse. Carlos ‘Johnny’ Méndez, portavoz de la delegación del Partido Nuevo Progresista en la Cámara de Representantes, describió los comentarios de Vázquez como «extremadamente ofensivos». Estrella Martínez, representante del Partido Popular Democrático, enfatizó que las diferencias políticas nunca deben invadir el terreno personal.
Incluso dentro del propio partido de Vázquez, las voces no tardaron en alzarse. Joanne Rodríguez, senadora de Proyecto Dignidad, condenó cualquier comentario o cuestionamiento en torno al embarazo de una mujer, destacando la inapropiedad de tal debate en la esfera política.
Proyecto Dignidad, que emergió como una fuerza política en respuesta a las malas prácticas de gobiernos anteriores, y que aboga por debates constructivos y enaltecedores, enfrenta ahora el desafío de reafirmar su posición y compromiso con los valores que promulga.
La controversia reafirma la necesidad de un debate público respetuoso en Puerto Rico, subrayando que ciertas áreas, especialmente las personales y sensibles de la vida de los individuos, deben permanecer al margen de los ataques y las conjeturas.