San Juan, 12 nov (EFEUSA) – Algunos presos de la institución Guayama Máxima 296, centro penitenciario en el sur de Puerto Rico, han iniciado este martes un paro de brazos caídos y hambre para pedir hablar con el Secretario de Corrección de la isla, Eduardo Rivera.
«Estamos en un paro pacífico de brazos caídos hasta que el Secretario de Corrección venga a reunirse con los portavoces de la población penal», indicaron en un comunicado.
El motivo del paro es el «abuso de poder, violaciones de derechos, atropellos y suspensiones de privilegios sin motivo, ordenados por el superintendente Edward García y la Comandante Rivera».
El superintendente García fue trasladado de la institución de máxima seguridad Mostro Verde ubicada en el Complejo Correccional de Ponce a esta Institución de Guayama 296, «luego de la muerte del oficial de custodia por la propia negligencia del Departamento».
«Denunciamos que desde que llegaron, están tomado decisiones que van en contra de los derechos de los confinados, como si nuestra institución fuera responsable por lo ocurrido en Ponce, cuando esta cárcel ha sido modelo en disciplina, según la política pública de esta administración», agregaron.
Además consideraron que tienen a un Superintendente y un Teniente «que no dialogan, y todas sus acciones van en contra de la rehabilitación de los confinados».
«Nuestros reclamos van desde la eliminación del Comité de Familiares de nuestros expedientes de visita, sin motivo alguno; los alimentos mal confeccionados, la falta de artículos disponibles para la venta en las Tiendas de Comisaría dentro del penal, mal servicios en el Área de Sociopenal, pésimos servicios médicos y falta de medicamentos; la cancelación de privilegios de «comelata», cuando el Departamento de Corrección tampoco tiene para proveer diversos artículos a través de la Comisaria, cero unión familiar mediante las visitas de contacto y la suspensión de actividades religiosas y deportivas», subrayaron.
La población de Guayama 296 solicita la presencia del Secretario de Corrección, «porque nuestra disciplina durante todos estos años a sido excelente. Hemos sostenido un diálogo efectivo para mantener un ambiente de paz y buena calidad de vida, para que ahora éste personal nuevo venga ha abusar de su poder sin nosotros haber violado normas administrativas».
«Estaremos pacíficamente en paro de brazos caídos y huelga de hambre hasta que el Secretario de Corrección venga a reunirse con nosotros o, en su defecto, que venga alguien de La Fortaleza para que llegue un mensaje directo a la Gobernadora de Puerto Rico lo que está ocurriendo en los penales, ya que somos un reflejo de cómo se atenta contra el clima institucional», concluyeron.