Por Sandra D. Rodríguez Cotto
Especial para EyBoricua
San Juan – El juez Orlando Puldón, del Tribunal de Fajardo, pospuso para el próximo 2 de febrero la vista para determinar si hay causa para juicio contra la octogenaria María Parrilla Álamo, imputada de amenazar de muerte a su nieta con un machete.
En el interín, la nieta, Sol Rivera Álamo, de 35 años, sigue viviendo en la casa de su abuela, a pesar de que existe una orden de desahucio en su contra desde el primero de diciembre de 2022.
Este complicado caso de familia refleja la crisis que enfrentan los envejecientes. La abuela, de 80 años de edad, permanecerá en un hogar al que fue removida en la tarde del viernes tras insistencia de miembros de la Organización Pro-Derechos de Nuestros Ancianos (OPA), quienes acogieron el caso tras conocer que la señora llevaba encerrada en la cárcel regional de Bayamón desde Nochebuena.
La Sociedad para la Asistencia Legal se hizo cargo de la representación de Parrilla Álamo, pero no se obtuvo reacción por parte de los abogados.
A la vista de esta mañana no compareció personal del Departamento de la Familia, a pesar de que es un caso con diferentes vertientes de supuesto maltrato. La nieta Rivera Álamo tampoco estuvo presente.
“El Departamento de la Familia no ha dicho nada al respecto. No se han expresado y ni siquiera vimos allí personal del Departamento de la Familia ni de ninguna otra agencia u organización porque hasta el momento no ha habido nadie apoyando a esta señora. La única que ha estado ha sido la OPA”, dijo la portavoz de OPA, Noemí Rodríguez.
“La señora se encuentra en buen estado de salud. Su mente está clara. Ella tiene una conversación coherente, ubicada en tiempo, espacio y persona. Sabe quién es, dónde está, y realmente lo que está pasando. Ella está sumamente tranquila, está alerta, hasta alegre y contenta porque fue muy bueno haberla sacado de la cárcel para un hogar”, agregó.
Manifestó además que los miembros de la OPA están tranquilos de que la señora no está en la cárcel. “Puedo tener paz y tranquilidad, en lo que la vista se ve. Lo ideal es que ella pudiese haber regresado a su hogar, pero tenemos el agravante de que está la nieta, que no se ha ido”, agregó.
Rodríguez había entrevistado a Rivera Álamo, contra quien se le expidió una orden de desahucio del hogar de su abuela el 1ro de diciembre, y la misma dura tres meses. Días más tarde de que se le expidiera dicha orden de desahucio, Rivera Álamo alegó que su abuela la amenazó con un cuchillo. Parrilla Álamo entonces fue arrestada e ingresada en prisión al no poder prestar la fianza de $20,000 que le fue impuesta.
Rodríguez, por su parte, criticó la falta de solidaridad con los envejecientes. Además de que no había nadie de Familia, tampoco hubo personal de la Procuraduría de Personas de Edad Avanzada. La activista explicó que esa Procuraduría no asume responsabilidad ni asiste en casos en los que los viejos sean acusados a nivel criminal.
Agregó que en su experiencia siempre asistía personal de Familia en estos casos, y en este debería haber mayor interés dado el hecho de que esa agencia ya había investigado previamente. “Ellos tienen poco personal, pero antes siempre iban a estos casos”, dijo.
En el verano, personal del Departamento de la Familia acudió a la residencia de Parrilla Álamo en el barrio Los Dolores en Río Grande. Es una casa de dos pisos, grande y hecha en cemento, con un amplio patio en una zona rural.
Entre las cosas que Rodríguez corroboró, está el hecho de que funcionarios del Departamento de la Familia visitaron el hogar de la envejeciente en el verano, tras una pesquisa que había iniciado con una querella en la Policía Municipal de Río Grande. No encontraron nada.
“Eso fue porque unos policías municipales encontraron a la señora llorando. Cuando le preguntan, ella dice que la nieta no se quería ir de su casa y que ella le tenía miedo a la nieta”, dijo Rodríguez.
Parrilla Álamo con 80 años, manejaba su carro, y escoltada por los policías, llegaron hasta su casa, pero en aquel momento la nieta no llegó. Posteriormente, la nieta llega y le dijo que no sabía nada y que su abuela tenía problemas de salud mental. La Policía refirió el caso a Familia, pero los funcionarios de esa agencia no encontraron nada y cerraron el caso.
Otro elemento en el drama familiar es que Parrilla Álamo tiene una hija que está presa por haber intentado quemar vivo a un vecino. Esa hija es la madre de Rivera Álamo, quien permanecía en la casa de la abuela. “Yo le pregunté a la nieta si la señora tiene más familiares por qué nadie sale, ella me dijo que es porque quizás todos quieren quedarse con su casa”, dijo Rodríguez.
Tras pasar toda la temporada navideñas encerrada y aislada en la cárcel en Bayamón, en la tarde del Día de Reyes, finalmente, Parrilla Álamo fue trasladada a un hogar de envejecientes. Esto surgió a consecuencia del activismo de grupos comunitarios que denunciaron el caso.