Melvin E. Rivera Oliveras fue arrestado por presuntamente orquestar un esquema fraudulento de $7 millones mediante transacciones con tarjetas de débito en sus propias compañías
San Juan, Puerto Rico (EFE) – Un empresario puertorriqueño podría cumplir una pena de 40 años en cárcel si es encontrado culpable por fraude bancario y lavado de dinero al intentar hacer transacciones fraudulentas de $7 millones utilizando tarjetas de débitos en varias compañías suyas.
Según informó este viernes la Fiscalía federal en San Juan en un comunicado, el imputado, Melvin E. Rivera Oliveras, de 40 años, fue arrestado el pasado miércoles por presuntamente dirigir e ingeniar un esquema para defraudar a múltiples bancos federalmente asegurados en Puerto Rico.
Una de las compañías que presidía Rivera Oliveras, identificada como Rossy Sport Bar Panorámico, LLC, también aparece en la acusación federal por su rol en el esquema de fraude bancario.
De acuerdo con los documentos judiciales, fueron en los años 2020 y 2022 que Rivera Oliveras llevó a cabo el esquema de fraude al intentar reembolsarse más de $7 millones utilizando varias tarjetas de débito en varias compañías propias.
La investigación criminal apunta a que luego de que Rivera Oliveras adquiriera varios sistemas de venta y cobro, fue que comenzó a realizar las transacciones fraudulentas, siendo capaz de ganar acceso temporero de dinero ajeno y gastar parte de ello.
De la investigación, se desprende que en julio de 2022, Rivera Oliveras realizó una transacción fraudulenta al intentar obtener $270,000 de una tarjeta de débito de Rossy Sport Bar Panorámico.
Dicho dinero, sin embargo, lo logró depositar en una cuenta de la empresa, y posteriormente adquirir varios vehículos, entre ellos, un lujoso Mercedes Benz C Class, un Cadillac CTS y una guagua Ford Transit Connect XL.
“El imputado creó y llevó a cabo un esquema complejo para defraudar bancos y negocios”, dijo en el comunicado el jefe de la Fiscalía federal en Puerto Rico, W. Stephen Muldrow.
Si Rivera Oliveras es encontrado culpable de todos los cargos, podrían enfrentar una pena de hasta 30 años en prisión por fraude bancario, y otros 10 años por lavado de dinero.