Por Javier Colón Dávila
Especial para EyBoricua
San Juan – Tres organizaciones endosaron ayer un proyecto de ley que establece una política pública casi absoluta en contra del confinamiento de animales.
No obstante, todavía no está del todo claro si la intención del Proyecto del Senado 1041 (PS 1041) realmente presenta un paso distinto al que el Gobierno quiere implementar con la transformación del zoológico Juan A. Rivero, en Mayagüez, a un santuario.
El zoológico es administrado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
En una vista pública de la Comisión de Desarrollo de la Región Oeste del Senado, dirigida por la senadora Migdalia González, Probono ONDA (Organización Nacional de Derecho de los Animales) de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, endosó la medida al sostener, por voz de Christian Ríos Vallejo, que el proyecto “nos colocaría como un país de avanzada y como una vitrina para que países en la región avancen en la prohibición de la violenta práctica de mantener animales en cautiverio…”.
El Proyecto del Senado (PS 1041), de los senadores del Movimiento Victoria Ciudadana, Rafael Bernabe y Ana Irma Rivera Lassén, además de establecer la citada política pública, declara que la exhibición de animales para el esparcimiento humano no es compatible con la dignidad animal y que todo animal tiene derecho a vivir en su propio ambiente natural. González fue la única funcionaria electa en la vista.
La medida establece, específicamente, que en un periodo de no más de 180 días a partir de la firma de la propuesta ley, todo animal en el lugar que esté en posición de ser llevado a un santuario o sea liberado en su ambiente natural, que así se haga. Ayer un funcionario del DRNA indicó que el costo del traslado de animales puede superar los $100,000.
La única excepción contemplada en el proyecto que permite el cautiverio de un animal es que se demuestre que tiene que ser retenido para recibir tratamiento médico para sobrevivir o que “existan circunstancias que hagan imposible que pueda ser liberado en su ambiente natural de forma segura”, lee el proyecto.
El DRNA ha indicado que no todos los animales permanecerán en el propuesto santuario.
Ríos Vallejo recordó que la administración del zoológico ha sido señalada por múltiples irregularidades en el cuidado de animales, que están en condiciones deplorables, que necesitan atención veterinaria urgente y que las condiciones de hábitat son inadecuadas. Sostuvo que el Departamento de Agricultura Federal (USDA, por sus siglas en inglés), ha emitido informes documentando las irregularidades en el cuidado de animales y cómo la administración viola estatutos federales como la Ley de Bienestar Animal, la Ley de Especies en Peligro de Extinción, la ley local de Bienestar y la Protección de los Animales y reglamentos internos del DRNA.
“Se ha documentado cómo los animales encerrados en zoológicos desarrollan trastornos que la psicopatología animal ha clasificado como zoocosis…”, sostuvo Ríos Vallejo. El letrado también argumentó que la teoría de que los zoológicos proveen una herramienta educativa se derrota debido a los avances tecnológicos.
“Estudiar animales y aprender de animales en estados artificiales no arroja datos certeros”, dijo.
Ríos Vallejo argumentó que el costo de traslados de animales es mucho menor a los $9 millones de fondos federales que el Gobierno está destinando para el propuesto nuevo santuario.
El grupo conocido como Pet Friendly, representado en la vista por su presidenta Sylvia Bredosian, también endosó el PS 1041. Bredosian, quien es publicista, indicó que en el 2017 visitó las instalaciones en Mayagüez y observó tigres incómodos y adoloridos, uno de estos muriendo semanas después. A principios de año 2023 murió una osa americana y en días recientes han surgido vídeos de un puma que aparenta estar lastimado de una pata y una chimpancé enjaulada en condiciones precarias.
El zoológico cerró un mes antes del paso del huracán María.
“El Gobierno y las varias agencias que han estado a cargo de administrar el zoológico han demostrado año tras año su incapacidad para administrar un zoológico”, indicó Bredosian al sostener que la “estrategia” de cambiarle el nombre al proyecto a un “santuario” no atiende el problema del confinamiento, el maltrato y la falta de recursos médicos.
“Es sumamente indignante y me duele porque a mis compañeros no nos representa”, sostuvo. Bredosian criticó el concepto del santuario al recordar que comoquiera haría falta la asistencia veterinaria, la necesidad de alimentos y el cautiverio de animales.
La deponente también sostuvo que la prioridad del Gobierno debe ser el traslado de animales.
La entidad Casa Vegana de la Comunidad, en una ponencia firmada por Amanda Collazo, codirectora de Administración, también endosó el proyecto al señalar que una institución con animales en cautiverio “nunca podrá cumplir con el trato que estamos obligados a dar a los animales…”, y que uno de estos derechos es no sufrir innecesariamente.
Collazo también señaló que no se puede presumir del valor educativo o de conservación de un zoológico y que su cautiverio para fines educativos no puede ser justificado.
La pieza legislativa ordena la creación de un Comité de Evaluación y Traslado de Animales, establece su composición, su orden jerárquico y establece, entre otras cosas, los criterios que seguirá el organismo para evaluar la viabilidad del traslado o liberación de los animales en el zoológico de Mayagüez.
Al finalizar la vista, la senadora González sostuvo que se tiene en agenda una visita ocular al zoológico, pero todavía no tiene fecha. Dijo, de otra parte, no tener una mente hecha sobre la recomendación que incluiría en el informe de la medida.
¿Por qué el proyecto es necesario?, se le preguntó.
“No te puedo adelantar cuál es mi posición en torno a la medida. Estamos tomando en consideración también la posición del DRNA así que creo que es un proceso en que hay que esperar”, sostuvo González. “Y vamos a esperar a que el DRNA nos permita hacer esa visita ocular”.
Cuando se le argumentó que lo que quedaría de la medida sería la política pública a futuro en contra del cautiverio de animales, tomándose en cuenta que ciertos ejemplares probablemente mueran en el propuesto santuario, González señaló: “es necesario establecer cero cautiverio en la eventualidad de que estos animales que estén allí desaparezcan por condiciones naturales o porque hayan sido trasladados”.
El proyecto, de otra parte, ordena al DRNA proveer al comité un inventario de todos los animales en cautiverio en el zoológico, los expedientes de cada uno, entre otros asuntos.
Sobre el futuro de las instalaciones del zoológico, dice el proyecto que el DRNA deberá presentar a la Legislatura un informe sobre las diferentes alternativas sobre el uso del lugar, pero que tienen que ser cónsonas con la nueva política pública.
En una entrevista a principios de febrero, la secretaria del DRNA, Anaís Rodríguez, indicó que “algunas especies” actualmente en cautiverio en Mayagüez, serán trasladadas, aunque sostuvo que estas no han sido identificadas. La intención de la agencia es mantener ciertos animales en el santuario, pero que no se reproduzcan. Tampoco se adquirirían o recibirían nuevos animales.
El DRNA seleccionó el año pasado a la firma de la arquitecta Astrid Díaz para que diseñe, a un costo de $549,000, un nuevo concepto para el actual zoológico. Ha sido descrito como un santuario para animales y un jardín de conservación.
Críticos de este plan han señalado que el Gobierno solo cuenta con dinero federal, no recurrente, para hacer realidad la propuesta. Al no ser recurrente, se teme que no haya fondos en el futuro para darle mantenimiento.