San Juan, Puerto Rico – La factura de luz en Puerto Rico ha experimentado un nuevo incremento aprobado por el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR), generando una ola de críticas.
Desde este domingo hasta diciembre, los abonados residenciales experimentarán un aumento de 23 centavos por kilovatio, una medida aprobada por el NEPR en respuesta a una solicitud de Luma Energy, entidad encargada del sistema de transmisión y distribución del sistema eléctrico en la isla.
La Comisionada Residente en Washington, D.C., Jenniffer González, precandidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista, se ha pronunciado enérgicamente contra este aumento y la gestión de Luma Energy.
«En lo único que LUMA Energy ha demostrado ser eficiente es en lograr que el Negociado de Energía del gobierno de Puerto Rico les apruebe aumentos», expresó González.
Según González, Luma, con poco más de un año operando en la isla, no ha evidenciado mejoras sustanciales en el servicio ni avances significativos en las obras de infraestructura, pese a contar con fondos federales. González asegura que este aumento impone una carga adicional a la clase trabajadora y obstaculiza el desarrollo empresarial y la economía de la isla.
«Luma pasará a la historia como el proceso de privatización que nunca más deberá realizarse», declaró.
González propuso una revisión del proceso de privatización, sugiriendo que siempre se seleccionen dos empresas proponentes, una como primera opción durante un periodo de prueba, y una segunda que pueda sustituir a la primera en caso de incumplimiento o pobre desempeño.
«Otorgar contratos de esta magnitud a una sola empresa convierten al pueblo de Puerto Rico en rehén de los intereses corporativos», afirmó.
La controversia surge en un contexto donde el costo del combustible utilizado por las plantas de generación ha experimentado un aumento del 20%, atribuido a la elevación global de los precios del combustible y a una demanda de energía superior a la prevista para este trimestre.
El precio internacional del petróleo ha experimentado un incremento de más del 28%, alcanzando los $90 por barril, en comparación con los 70 al 1 de julio.
Este nuevo aumento de la tarifa eléctrica pone de manifiesto los desafíos y controversias en torno a la gestión y suministro de energía en Puerto Rico, y seguramente seguirá alimentando debates y discusiones políticas en los meses venideros.