Por Miguel Díaz Román
Especial para EyBoricua.com
San Juan, (10 de Junio de 2022) – Pasadas tres horas en una vista pública cargada de graves fricciones con varios legisladores, el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, no pudo convencer a la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes sobre que tiene un plan de seguridad alimentaria y que la administración de Pedro Pierluisi está preparada para afrontar una emergencia que impida a la ciudadanía obtener los alimentos que necesita.
De hecho, el representante Jorge Rivera Segarra, presidente de la Comisión de Agricultura, dijo que el hallazgo principal de la vista pública es que el Ejecutivo carece de un plan de seguridad alimentaria, por lo que la Comisión se propone preparar legislación con ese objetivo.
En la extensa vista pública celebrada ayer los representantes Dennis Marques Lebrón, del Partido Independentista Puertorriqueño, y Héctor Ferrer Santiago, del Partido Popular Democrático González, cuestionaron con insistencia un documento que González Beiró identificó como su plan de seguridad alimentaria.
Durante el interrogatorio salieron a relucir los defectos del documento, debido a que carecía de metas definidas a corto y largo plazo, y porque no desglosa los objetivos de producción por cada renglón agrícola, en una proyección progresiva durante cada año del presente cuatrienio.
Pero González Beiró insistió que el documento, que más bien contenía su agenda de proyectos para el cuatrienio, era su plan de seguridad alimentaria, cuyo objetivo principal es que el sector agrícola se organice en cooperativas con el fin de satisfacer el 50 % de consumo del país para el 2024.
En un tenso intercambio con el representante Márquez Lebrón, González Beiró se mostró insensible a las dramáticas conclusiones de una encuesta sobre seguridad alimentaria realizada por el Departamento de Salud en 2015, entre cuyos hallazgos figura que el 33.2% de la población de 18 años o más en Puerto Rico presentó inseguridad alimentaria y 9.0% de la población de 18 años o más se encontraba en la categoría de “muy baja seguridad alimentaria”.
Márquez Lebrón también mencionó que, según la encuesta, las personas con inseguridad alimentaria presentaron una mayor incidencia de problemas de salud.
Puertorriqueños prefieren los televisores a los alimentos
Por su parte, González Beiró indicó que en el país existían suficientes ayudas federales para paliar el hambre y , además, sostuvo que durante la pandemia los puertorriqueños no utilizaron los fondos federales que fueron distribuidos a la población para adquirir alimentos sino para “comprar televisores”.
El legislador cuestionó el origen de esa información y el secretario respondió sin recato alguno “eso es lo que se dice en la calle”.
De las expresiones de González Beiró surge que es posible que desconozca las particularidades de la llamada inseguridad alimentaria, un fenómeno que ha sido definido como el acceso insuficiente de alimentos por causas no voluntarias, el cual es muy frecuente en grupos de escasos recursos económicos, de baja escolaridad y deprivados culturales.
Márquez Lebrón cuestionó el presunto uso para proyectos turísticos de las llamadas fincas familiares en las zonas rurales, según lo planteó González Beiró durante su exposición inicial. Las fincas familiares son una extinta iniciativa del Departamento de Agricultura (DA), cuyos terrenos son para uso agrícola exclusivamente y que para cambiar el uso se requiere aprobación legislativa. Pero el secretario tuvo que reconocer que no eran proyectos turísticos, sino que algunas de las viviendas construidas en esas fincas se alquilaban a turistas.
El legislador también cuestionó la ausencia de micro empresas en el plan de seguridad alimentaria, pero el secretario respondió que “están incluidas en las cooperativas”. Luego Márquez requirió más detalles sobre el proyecto de las tiendas agrícolas, una iniciativa que el secretario planifica establecer en diversos pueblos del país y que la primera tienda se establecería en el municipio de Vieques.
Fue entonces cuando el secretario expresó a viva voz “yo no sé qué idioma estoy hablando”, en obvia referencia a que ya había explicado la iniciativa de las tiendas agrícolas y que no le agradó que el legislador retornara con más preguntas sobre el tema.
Una falta de respeto
Visiblemente molesto Márquez le indicó al secretario que su expresión fue una falta de respeto a la Cámara de Representantes y agregó que en los cinco años que lleva como legislador nunca se le había faltado el respeto de esa manera. El legislador le advirtió al secretario que no volviera a efectuar un comentario de esa naturaleza y se retiró.
En defensa del secretario surgió el representante del PNP, Gabriel Rodríguez Aguiló, quien reconoció que también había tenido diferencias con González Beiró y al que describió como que “un secretario que domina el tema de agricultura y no se deja atemorizar por las preguntas mal intencionadas”.
El secretario sostuvo en varias ocasiones que los puertorriqueños siempre tendremos acceso a fuentes alimentarias porque tenemos la ciudadanía estadounidense y la protección del gobierno federal, en un evidente intento de minimizar la necesidad de establecer un plan de seguridad alimentaria.
“Somos americanos”, afirmó González Beiró.
De hecho, la comparecencia del secretario a la vista pública ayer aconteció tras no responder a dos requerimientos de información de la Comisión de Agricultura para que presentar copia de su plan de seguridad alimentaria, y luego de que el pasado lunes los representantes Ferrer Santiago y Rivera Segarra le solicitaron a la secretaría de la Cámara que acuda al Tribunal para que se obligara al secretario a comparecer ante la Comisión.
Incluso, González Beiró se opuso al Proyecto de la Cámara 10, que proponía crear el Consejo Asesor de Seguridad Alimentaria, un organismo adscrito a la oficina del gobernador y cuyo objetivo era ofrecer asesoría para establecer una política pública que garantice abastecimientos suficientes de alimentos al país.
La medida, que fue radicada el pasado año por el representante Ferrer Santiago junto con toda la delegación del PPD, recibió un veto de parte del gobernador el pasado mes de enero.
Secretario llega tarde y del mal humor
La vista pública fue citada para las 10:00 de la mañana, pero fue al filo de las 10:20 que González Beiró hizo entrada en el salón de audiencias 1, mientras los legisladores esperaban sentados en sus butacas. Una fuente de la Comisión de Agricultura sostuvo que “el secretario llegó tarde, de mala gana y con solo cinco copias de su ponencia”.
El secretario sostuvo que la aportación del sector agrícola era un eslabón más para garantizar la seguridad alimentaria, la cual requiere del flujo de las importaciones de alimentos y señaló que “pensar en la soberanía alimentaria es un disparate”. Incluso, González Beiró sostuvo que la seguridad alimentaria requería el apoyo de otras agencias del gobierno, tras lo cual el represente Ferrer Santiago señaló que el secretario incurrió en una contradicción porque había rechazado el Proyecto 10, que consideraba el apoyo de otras agencias del gobierno.
¿Dónde están las métricas secretario?
El representante Ferrer Santiago insistió en que el documento presentado por González Beiró no era un plan de seguridad alimentaria pues carecía de métricas definidas y no desglosa los objetivos de producción por cada renglón agrícola. “¿En qué página están las métricas secretario, para usted evaluar si el plan está funcionando, si se están produciendo las cantidades de ñame y viandas que son necesarias? Las estoy buscando y no las encuentro. ¿Dónde están las métricas?”, cuestionó una y otra vez el representante Ferrer Santiago.
En una ocasión el secretario sostuvo que las métricas las tenía en su mente e insistió en que el documento era su plan de seguridad alimentaria, “El documento está sometido” dijo en respuesta el secretario.
“Secretario diga dónde están las métricas”, reiteró Ferrer Santiago.
“El documento está sometido”, repitió el secretario.
“Señor presidente vamos a un receso para que el secretario identifique las métricas en el documento porque yo no las ha visto”, sostuvo el representante.
De inmediato González Beiró dijo “si nos vamos a un receso me voy, porque yo soy diabético y aún no he almorzado”, una respuesta que causó perplejidad entre los pocos legisladores presentes.
En la vista González Beiró dijo que al asumir el cargo la agricultura se encontraba en un estado tétrico con miles de cuerdas agrícolas mal usadas y sin sistemas de riego. Sostuvo que existían dos estimados de la aportación de la agricultura al producto bruto del país, una que estima en $480 millones anuales y otra de $600 millones. Pero el secretario dijo que no podía ofrecer un estimado porque el DA carecía de estadísticas confiables.
El funcionario despotricó contra los ex secretarios Mirna Comas y Carlos Flores Ortega porque, alegadamente, produjeron dos planes agrícolas que nunca implementaron y se proclamó como el secretario que está ejecutando sus iniciativas agrícolas.
“La diferencia es que yo estoy ejecutando”, dijo González Beiró.
Sin alimentos del país los comedores escolares
No obstante, el secretario reconoció que con excepción de la leche, no existen aún alimentos del país en la bandeja de los comedores escolares debido a los numerosos problemas confrontados con el cumplimiento de los requisitos para las subastas. Un contratiempo que González Beiró atribuyó a la Administración de Servicios Generales y no al DA.
Incluso, el secretario dijo que se tuvo que celebrar una nueva ronda de subastas pues los agricultores no pudieron cumplir con las cantidades acordadas en una primera subasta.
Indicó que la producción agrícola supera mucho más de 15 % del consumo del país, según ha estimado el DA, y advirtió que la agencia necesita más presupuesto para cumplir su gestión como apoyo al agricultor.
Al final de la vista el secretario sostuvo que los estimados de producción de alimentos y granos en los Estados Unidos proyectan un incremento en las cosechas mayor al del pasado año, por lo que descartó la posibilidad de escasez. No obstante, el secretario reconoció que podrían registrarse retos en las góndolas por la carencia de determinados artículos o por el aumento de los precios.