John E. Mudd
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JOHN E. MUDD
¿Cuál es la situación de la AEE en este momento? La Juez Swain extendió sin condiciones nuevas la mediación entre la Junta, el Gobierno, las Uniones, el Fondo de Retiro, los Fuel Line Vendors y el Comité de Acreedores no Asegurados (UCC). Tienen que llegar a un acuerdo en o antes del 1ro de agosto de 2022 que lleve a un plan de ajuste esencialmente consensual.
¿Qué pasa si no se llega a un acuerdo consensual para el 1ro de agosto? Es factible que se concedan treinta días más pero también es posible que una de las partes se canse y decida salirse de la mediación. La AEE le debe varios billones al fondo de retiro y no veo a este aceptar menos del 100% de lo que exige. Igual con la Utier. Por el otro lado, no dudo que los bonistas acepten alguna rebaja inconsecuente, pero jamás un recorte de 75% como pretende el PC 1383 o las rebajas sustanciales que requiere el Gobierno.
Si alguna parte se separa de la mediación, o si la Junta o los mediadores indican que la mediación no va a lograr un plan de ajuste consensual, la cosa se complica. El UCC, el Fondo de Retiro y las Uniones pedirán seguir con el pleito de invalidación del gravamen de los bonos, el cual puede tomar años. Al mismo tiempo, los bonistas han anunciado que solicitarán el levantamiento del estay para el nombramiento de un “receiver” que podría aumentar la tarifa para pagarles y al mismo tiempo, solicitar la desestimación de la quiebra bajo el 11 U.S.C. § 930.
Luego de 5 años de la radicación de la quiebra, la desestimación es factible. Si eso ocurre, hay que pagar la deuda y el nombramiento del “receiver” sería seguro. Todo esto conllevaría varios años de costosos litigios y la única pregunta sería cuan alta sería la tarifa. No dudo que sería mayor que lo que decía el RSA.
Otro detalle que nadie quiere discutir es que pagarle total o parcialmente la deuda al Retiro de la AEE y a los Fuel Lines conllevaría un aumento en la tarifa, adicional al pago de los bonistas. De igual forma, la Utier quiere un convenio colectivo y la realidad es que no lo ha tenido desde que expiró durante la administración de Fortuño. Así que hay que confiar en que se llegué a un acuerdo PERO entendiendo que la tarifa seguirá aumentando. De otra forma estaremos años en incertidumbre sobre el future energético de Puerto Rico.