San Juan, 25 feb (EFE News) – La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) apuesta para que en Puerto Rico se cumplan los códigos de construcción para que las viviendas puedan soportar con garantías terremotos y evitar así daños materiales como los del pasado enero tras el terremoto de 6.4 en el sur de la isla.
El director de Seguridad, Planificación y Construcción de la División de Ciencias de FEMA, Ed Laatsch, señaló este martes en entrevista con Efe que la agencia federal trabaja en Puerto Rico con el objetivo de que las viviendas que se edifican o reconstruyen se adecúen a los nuevos códigos de construcción, la única garantía para soportar terremotos.
FEMA, después de los terremotos que sacudieron el suroeste de Puerto Rico el pasado mes de enero, contribuye sobre el terreno en la isla caribeña con cerca de 2,000 de sus funcionarios en las tareas de ayuda a los damnificados y la recuperación de la normalidad en la isla.
La agencia federal trata además de poner las bases para que se avance en una solución a la principal causa de los daños en cientos de viviendas de la isla durante los sismos de enero, la existencia de construcciones sin regulación, que, obviamente, son mucho más propensas a sufrir los embates de los sismos.
«La mayoría de las viviendas dañadas durante los sismos no contaban con códigos de construcción y eso hizo que se derrumbaran», señaló Laatsch sobre los temblores del pasado en enero, entre los que destacó el del día 7, de magnitud 6.4, el de mayor intensidad.
«Los terremotos en Puerto Rico no son algo totalmente inesperado, razón por la que deben tomarse las medidas adecuadas», sostuvo Laatsch, tras matizar que lo cierto es que las viviendas que sí contaban con códigos de construcción resistieron de forma eficaz los sismos.
Para Laatsch, ello es una muestra de que en lo que hay que centrase es en que todas las viviendas que se construyen cuenten con los permisos y códigos adecuados para un área con un riesgo sísmico como el de Puerto Rico.
Laatsch recordó además que en el caso del suroeste de Puerto Rico todo se empeoró todavía más al ser típicas las construcciones que se edifican -sin permisos- sobre finas columnas en áreas inundables, un elemento más que facilitó el colapso de viviendas.
«Por todo ello se están llevando a cabo esfuerzos con los contratistas en el caso de las nuevas edificaciones para que incluyan los últimos códigos del construcción», destacó el funcionario.
Fema ha puesto a disposición de quien lo necesite a sus expertos que asesoran técnicamente en las medidas que deben implantarse en las nuevas viviendas que se construyan o reparan.
«Se trata de un esfuerzo de información para mejorar las prácticas de construcción en Puerto Rico», indicó.
Fema aprovecha además la presencia ahora de su contingente en la isla tras los terremotos de enero para obtener la mayor información posible acerca de todo lo relacionado con la respuesta ante terremotos.
Mike Mahoney, geofísico de FEMA, dijo a Efe que el esfuerzo de información es básico para en el futuro afrontar con garantías futuros temblores sísmicos en Puerto Rico.
«Mientras, nos esforzamos por dar a conocer a la población las mejores prácticas que se deben utilizar en caso de terremoto», destacó Mahoney.
FEMA propone como medidas preventivas ante terremotos la elaboración de un plan familiar y la realización de simulacros, lo que incluye la ubicación de lugares seguros e identificación de zonas de peligro.
La agencia federal aconseja además medidas simples pero efectivas como mantener a mano provisiones, incluyendo comida y agua para tres días, una linterna con pilas adicionales, una radio portátil, un extintor de incendios y herramientas.
Durante los terremotos, la mayoría de las lesiones son causadas por los objetos que caen y los vidrios rotos, antes que por el colapso de los edificios, razón por la que se pueden evitar muchas lesiones si la población toma las medidas necesarias.
FEMA recomienda como medidas preventivas genéricas no usar ascensores para desalojar edificios si se está en un pido alto, trasladarse a lugares altos si se vive cerca del mar ante el riesgo de un tsunami y si se encuentra en un área montañosa o cerca de laderas inestables o acantilados permanecer alerta a la caída de rocas.