Por Miguel Díaz Román
Especial EyBoricua.com
San Juan (11 de marzo de 2022) – La propuesta expansión del expreso José De Diego, mejor conocido como la PR-22, de Hatillo a Aguadilla, a través de un nuevo tramo de autopista que sería construido en una ubicación paralela a la carretera número 2, causará del cierre de 25 vaquerías, 51 pozos de agua, 121 sumideros, desplazará 499 familias, 51 negocios y provocará la deforestación total de 1,286 cuerdas de terreno, según concluyó la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto.
Esta alineación, considerada como la “alternativa preferida” de la Autoridad de Carreteras (AC), también causará un grave trastorno económico en los pueblos por los que discurrirá el masivo proyecto, según denunciaron los alcaldes de Hatillo, Quebradillas y Aguadilla durante una vista pública celebrada ayer por la Comisión Innovación, Telecomunicaciones, Urbanismo e Infraestructura del Senado, que preside la senadora Elizabeth Rosa Vélez.
De manera preliminar el costo del expreso ha sido estimado entre $813 millones y $1,213 millones, lo que representa, probablemente, el proyecto de infraestructura más costoso que el gobierno se propone construir en el presente.
El proyecto, que sería financiado con fondos federales del programa CDBG-MIT asignados al Departamento de la Vivienda, lleva 10 años en la mesa de diseño y la DIA se encuentra en suspenso, luego de que fue radicada en el 2014.
Pero en los pasados meses la AC comenzó a rehabilitar la iniciativa y actualmente se coordina con las agencias federales la reactivación del proceso ambiental federal, el cual se estima esté encaminado nuevamente para mediados del presente año.
La AC también comenzó a actualizar 11 estudios sobre los efectos de la extensión de expreso José De Diego, que incluyen desde estudios de evaluación de las alternativas de ruta, estudio sobre efecto socio-económico, estudio de valoración de propiedades, estudio hidrológico, estudio de flora, fauna y calidad de aire y hasta un estudio sobre las vaquerías que serían afectadas.
25 vaquerías serán afectadas
De hecho, las 25 vaquerías cuyas operaciones serán severamente afectadas por el proyecto se encuentran entre Hatillo y Quebradillas. Conocedores de la iniciativa aseguran que la nueva infraestructura vial podría perjudicar hasta unas 4,000 cuerdas de alto valor agrícola.
El severo impacto del proyecto obedece a que muchas fincas serían expropiadas en su totalidad, otras parcialmente y otras resultarán divididas por la ruta del expreso, lo que podría arruinar el uso de cientos de cuerdas de terreno para operaciones viables de ganadería o cultivos.
Los 42.6 kilómetros de carretera nueva que contempla el proyecto permitirán el tránsito de aproximadamente 48,000 vehículos diarios en un viaje de una duración estimada en 34 minutos.
De hecho, lo que sí está constatado en la DIA del 2014, es que construir un nuevo expreso paralelo a la carretera número 2, requerirá la deforestación de 1,286 cuerdas de terreno que pertenecen a la Zona Protegida del Karso Norteño, integrada por cientos de mogotes de diverso tamaño.
La importancia de la zona del karso consiste en que la roca caliza que conforma los mogotes funciona cómo un gran filtro para las ricas reservas de agua subterránea que existen en la zona norte de la isla y que nutren múltiples sistemas de riego para las fincas de agrícolas. El agua subterránea también se utiliza para el consumo humano y para el uso de sectores industriales con alta demanda hídrica.
A pesar de que la agricultura y los agricultores serán seriamente afectados por el proyecto, en la vista pública no hubo una representación del Departamento de Agricultura ni de la Asociación de Agricultores.
La AT considera tres rutas
Según trascendió en la vista pública, la AC considera tres rutas distintas: la primera de ellas es la llamada “alternativa preferida” y consiste de una alineación completamente a campo traviesa, con control de acceso y peajes; la segunda es la conversión de la carretera número -2 en un expreso y la tercera es una alternativa híbrida que combina tramos a campo traviesa con control de acceso y peajes, y un tramo que utilizará la carretera número-2 convertida a expreso.
En la vista pública se indicó que la AC está evaluando estas rutas para completar el proceso ambiental, con el propósito de adaptar el proyecto a los nuevos requisitos de resiliencia luego de los huracanes Irma y María así como la secuencia de terremotos en la zona suroeste.
Pero los alcaldes rechazaron la “alternativa preferida” y respaldaron la conversión de la carretera número 2 en expreso mediante la construcción de elevados en las intersecciones, junto con el desarrollo de calles marginales, rotondas y viaductos con el fin de minimizar las expropiaciones de terrenos y demoliciones de comercios y residencias.
“El municipio de Aguadilla reitera su recomendación de abandonar la idea construir una autopista campo traviesa y que se reevalúe las alternativas considerando las nuevas tendencias en donde imperen la sustentabilidad y resiliencia y se fomente el uso de transporte colectivo. Además, consideramos que el impacto socioeconómico de aquellos negocios que actualmente existen o están propuestos a lo largo de la carretera PR-2 no se verán afectados. No repitamos los errores del pasado “, sostuvo Julio Roldán Concepción, alcalde Aguadilla.
En ponencias separadas los alcaldes denunciaron que el gobierno no ha logrado comprender que la construcción del expreso José De Diego, desde San Juan hasta Hatillo, causó la decadencia económica de los centros urbanos de los pueblos ubicados en esa zona.
Alcaldes rechazan la “alternativa preferida”
Además, los alcaldes advirtieron el desastre económico que causaría construir la extensión del expreso según la alineación de la “alternativa preferida” y destacaron que la carretera número 2 discurre por los pueblos de Hatillo, Quebradillas y Aguadilla y en ambos lados de esa vía está ubicada una considerable concentración de comercios.
“No detengamos los futuros desarrollos que se encuentren en proceso y no fomentemos pueblos fantasmas debido a la construcción de autopistas”, advirtió el alcalde de Aguadilla, quien fue el ejecutivo municipal que identificó como la «alternativa preferida» de la AC, la construcción de una autopista paralela a la carretera número 2.
Roldán Concepción también desglosó el impacto ambiental adverso del proyecto, según fue descrito en la DIA del 2014. «La Declaración de Impacto Ambiental Actualizada no logro validar la viabilidad económica, social y ambiental de la autopista según propuesta», expresó el alcalde.
El alcalde de Aguadilla explicó que de la DIA surge que la «alternativa preferida» implica graves efectos para el ambiente y la agricultura porque requerirá «el relleno de 121 sumideros, impactará por lo menos 51 pozos de agua, 25 vaquerías, desplazará 499 familias, 51 negocios, industrias e instituciones, incluyendo la deforestación y remoción de vegetación de 1,286 cuerdas en la Zona Protegida del Karso Norteño».
Agregó, además, que la DIA es incompatible con las proyecciones sobre crecimiento poblacional estimada para los municipios de Hatillo, Camuy, Quebradillas, Isabela y Aguadilla.
“Uno de los errores pasados sirve de ejemplo y prueba de que los pueblos de Vega Baja, Manatí y Arecibo sufrieron grandes bajas en el comercio local una vez la autopista construida estaba afuera y lejos de la carretera número 2”, dijo Carlos Román Román, alcalde interino de Hatillo.
Por su parte, Heriberto Vélez Vélez, alcalde de Quebradillas, sostuvo que el impacto de construir el nuevo expreso separado de la carretera número 2 “es alarmante para nuestro pequeño municipio”. El alcalde indicó que en esa carretera, que discurre por más de 8.3 kilómetros dentro del pueblo, operan más de 50 establecimientos comerciales, instituciones educativas, religiosas, policlínicas, áreas recreativas y el coliseo municipal Raymond Dalmau.
“Dado a que muchos de nuestros pequeños y medianos comerciantes están ubicados en la carretera número 2, y otro sin número de servicios que no tendrían la misma visibilidad como es ahora. En adición, esto afectaría a un sin número de familias que tendrían que mudarse por la expropiación de los terrenos para el desarrollo de la autopista”, dijo Vélez Vélez.