Por Sandra Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro con Sandra
San Juan – La pugna sigue. A pesar de que es harto conocido que en Puerto Rico hay una fuga de médicos, increíblemente también hay discrimen hacia los puertorriqueños que estudian medicina en la República Dominicana, en México o España. Alegan que no pasan la reválida por las incongruencias e inconsistencias en el examen que da la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica (JLDM).
“¿Qué preparación tienen las personas que prepararon ese examen para provocar que no lo pasen y de momento, cuando se dan cuenta de la necesidad de médicos, bajan la curva para beneficiar a unos sí y a otros no? ¿Por qué esta falta de respeto a los profesionales?”, reclamó el Dr. Eduardo Treviño en entrevista con En Blanco y Negro con Sandra.
“Acaban de recibirse los resultados y sólo el 13% pasó una parte del último examen y el 40% pasó otra parte, con todo y que bajaron la curva. El número de los que pasan es poco creíble. Eso significa, o que no saben y no aprendieron, que el examen está hecho específicamente para que se cuelguen los que no estudian aquí. Mientras tanto, las escuelas de medicina en Puerto Rico siguen graduando médicos que se van del país y los puertorriqueños que estudian en otras partes, cuando vienen aquí, no les quieren dar licencia. Por eso no hay médicos”, agregó.
Treviño trajo a colación la raíz del problema. Puerto Rico se ha convertido en una fábrica de médicos para la exportación. A los estudiantes que se gradúan de las escuelas de medicina de Puerto Rico por lo general, se les hace oneroso poder practicar, ya que los planes médicos les dificultan el trabajo, por lo que terminan yéndose a los Estados Unidos con salarios altos. Muchos también reciben ofertas de salarios que son hasta cuatro veces más lo que se ganarían en Puerto Rico.
En cambio, los estudiantes que no pudieron entrar en las escuelas de medicina locales porque el cupo es limitado a cierta cantidad de candidatos por año, se van a la República Dominicana o a México a completar el grado. En las décadas del 60 al 90 muchos puertorriqueños estudiaban en esos países y regresaban luego a trabajar aquí bajo distintos programas.
“Pero ahora los que vienen nunca pueden aspirar a llegar a trabajar en lo que estudiaron por las condiciones que le ha impuesto el sistema. Ahí es donde está la contradicción porque te dicen que no eres bueno porque supuestamente no aprobaste el examen con la curva que hicieron ellos, que de por sí es dudosa, pero entonces eres bueno para llevar una responsabilidad médica, pero a un grado menor”, dijo Treviño.
Se refería a que, para tratar de paliar la crisis, han proliferado los puestos de “Physician Asistant” (PA) o Asistente Médico, que llegan a complicar más el caos. Según Treviño no han creado el currículo de PA a tono con las prácticas en los Estados Unidos y tampoco se reconoce allá.
“Las enfermeras, el doctor y el PA no fueron adiestrados para aceptar el injerto de un nuevo profesional de la salud que llaman PA. Lo que quiere decir eso es la guerra que hay entre ese círculo de profesionales de la salud por falta de orientación y de la ética. Muchas veces no aceptan el trabajo del PA en una oficina médica porque no lo entienden”, agregó.
Más de una docena de médicos que no tienen la licencia se han comunicado con este medio para quejarse de su estatus. Estudiaron, pero no pueden ejercer. Alegan que el examen de reválida fue hecho por médicos precisamente latinoamericanos (uno salvadoreño y el otro colombiano) que no tienen licencia para trabajar en Puerto Rico y uno fue despedido de una de las escuelas locales. Se quejan de las métricas. El único que se atrevió a hablar en récord fue Treviño, quien dijo que no conocía esa alegación, “pero si es cierta, con más razón tienen que investigarlo”.
«Esto no es un juego. No es una feria que se celebra en cada pueblo. Esto es la consistencia de la atención de la salud para el pueblo de Puerto Rico. Tienen que solucionar esto de una vez”, dijo Treviño. Agregó que la crisis no es del último año, sino desde hace más de una década.
“Soy la voz de muchos estudiantes. Hay muchos estudiantes, pero no todo el mundo tiene el estatus económico para quedarse sentado en un escritorio por seis meses más para prepararse para un examen que siguen cambiando, y para volver a pagar porque la vida continúa y hay familias que mantener. Esto no se trata de minimizar esto como ellos pretenden. Esto es ser responsable y serio, explicando métricamente por un examen por el cual se pagó. Junto con eso se paga por la seriedad del proceso”, acotó Treviño.
Desde el año pasado la Asamblea Legislativa le requirió a la JLDM que dé explicaciones por la determinación de reducir la puntuación mínima requerida para pasar el examen de la reválida médica, pero no hacen nada.
Esa decisión convirtió en médicos a 134 aspirantes que no pasaron la reválida en diciembre del 2021. Sin embargo, dejaron en el limbo a otros que habían tomado el examen en iguales condiciones en el pasado.
El documento indica que la revisión aplica a los exámenes ofrecidos en diciembre de 2021 en adelante y que el porciento mínimo requerido será 90% en el examen de Ciencias Básicas (Primera Parte), lo que equivale a 420 puntos y el examen de Ciencias Clínicas (Segunda Parte) será un 95 por ciento, lo que equivale a 418 puntos. Antes las métricas empezaban en 440 puntos.
La presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara, Sol Higgings, no contestó las llamadas para reaccionar al reclamo.
En el 2009 se aprobó la ley 139 que creó la JLDM. Esta entidad derogó el conocido Tribunal Examinador de Médicos, luego de que la institución concediera de manera fraudulenta licencias médicas a individuos que no habían logrado obtener la puntuación mínima requerida para pasar el examen de la reválida. El escándalo estalló cuando la fiscalía federal arrestó a 110 individuos que ejercían la medicina con licencias fatulas concedidas por el desaparecido Tribunal Examinador de Médicos.
“Es responsabilidad de los miembros de la Junta de Licenciamiento expresarse públicamente y decir qué criterios utilizaron para bajar la nota de pase y por qué lo hicieron. Los que tienen que dar explicaciones no son los estudiantes, son los miembros de la Junta. Hay una realidad de que tenemos una necesidad de médicos en Puerto Rico, pero eso no puede justificar que estemos proveyendo licencias a personas que no están capacitadas para ejercer la medicina”, dijo Treviño.