Por Sandra D. Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro con Sandra
San Juan, Puerto Rico – Demoledor. Así fue el informe de una investigación que evidencia cómo la rectora del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), Ilka Ríos, violó reglamentos, alteró procesos, actuó de manera “ultravires” y sin jurisdicción para alterar las notas de una estudiante que se había colgado en Medicina, pero es hija de un activista político. Las acciones de Ríos ponen en riesgo la acreditación del recinto y aumentan el clima de tensión que se vive en la Universidad de Puerto Rico (UPR), según se constató.
Dicho informe no había sido publicado hasta ahora, pero este medio obtuvo copia y lo autenticó para publicarlo hoy. Esto trasciende en momentos en que crece la oposición a Ríos. Ayer, estudiantes del RCM protestaron y en asamblea extraordinaria, volvieron a exigir la destitución de la rectora. Ya anunciaron protestas para la semana próxima.
Seis de las escuelas que forman parte del RCM (Medicina, Enfermería, Farmacia, Dental, Salud Pública y Profesiones Anexas) también piden su destitución. Además, en una reunión de la Junta Universitaria, a la que asistieron Luis A. Ferrao y Ríos ayer, hubo una moción para exigir su despido y para retirarle la confianza al presidente. Los estudiantes del Consejo General de la UPR, la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) y la Hermandad de empleados también rechazan a Ríos por el riesgo que su permanencia como rectora representa para la institución académica.
Lo cierto es que los documentos no mienten. Aunque ahora la respalda en su puesto, en una carta que data del 8 de noviembre de 2022 y que acompañó al informe de investigación hecho el 14 de octubre de 2022, el presidente Ferrao le atribuyó a Ríos haber cometido una “conducta sancionable”. La carta fue enviada al entonces rector interino, Prof. Carlos A. Ortiz Reyes.
“La evidencia levantada por la investigación apunta a que la doctora Ríos Reyes actuó de manera ultravires y sin jurisdicción administrativa al ordenar la alteración de calificaciones en el registro oficial de la estudiante, lo cual violenta la fe pública de los registros de evaluaciones estudiantiles de la universidad del estado. Asimismo, se encontró que la empleada transgredió el orden jurisdiccional adjudicativo con la intención de influenciar indebidamente en la decisión del caso a favor de la estudiante”, sostuvo el presidente Ferrao en la carta que envió al rector interino Ortiz Reyes
En la carta, Ferrao insiste en la confidencialidad del informe y dice que le envió otra misiva a Ríos en la que le informa que se le halló “incursa en irregularidades en el manejo del caso de la estudiante” y era referida a una investigación por parte de su oficina.
Mientras, el informe es un documento de 36 páginas que incluye 99 puntos en los que se evidencia cómo Ríos intervino indebidamente a favor de la estudiante y violentó todas las disposiciones de ley y de reglamentos de la propia UPR. El informe fue firmado por la Lcda. Alondra Fraga Meléndez el 14 de octubre de 2022.
“Todo empleado del sistema de la Universidad de Puerto Rico queda sometido bajo las disposiciones del Reglamento General. Dicho reglamento establece, además de los deberes y responsabilidades de los empleados, aquellas conductas que podrían estar sujetas a sanciones y acciones disciplinarias. Entre las conductas allí enumeradas se encuentran violaciones a la Ley de la Universidad, a las disposiciones de este Reglamento y demás reglamentos universitarios. Según surge de la discusión que precede, la conducta de la Dra. Ríos Reyes, entonces rectora del Recinto de Ciencias Médicas, podría configurar una de las conductas prohibidas en dicha sección. Si se prosigue con dicho curso de acción, es una prerrogativa de la Autoridad Nominadora”, concluye el informe.
El nombre de la estudiante favorecida por Ríos no trasciende, ya que se trata de una menor de edad. Era una estudiante dotada, de alrededor de 15 años, cuando fue admitida al Recinto, pero que no tenía la madurez emocional para entender la complejidad de ser una estudiante de medicina. Los padres de la estudiante y la Dra. Ríos querían que ella estudiara medicina, pero cuando entró al RCM no pudo cumplir y fracasó en al menos tres clases.
Por reglamento, se supone que la estudiante que se colgó repitiera los cursos, pero Ríos quiso protegerla. Alteró las notas y pretendía mantenerla en el sistema. Según varias fuentes, esto se debe a que la menor es hija de varios activistas políticos, incluyendo a su padre, quién aspiró infructuosamente a puestos electivos en el municipio de Trujillo Alto por el Partido Nuevo Progresista y es amigo de varios legisladores. En los documentos no se revela el nombre de los padres de esa menor de edad.
Ríos ha estado toda esta semana en un “media tour” dando entrevistas en distintos medios noticiosos, restando importancia a los reclamos de estudiantes y diciendo que se ha creado una “crisis ficticia” en el RCM. Sin embargo, en menos de año y medio el RCM deberá pasar por la reacreditación. Ese proceso exige el cumplimiento con los reglamentos que no permiten que se falsifiquen notas, se alteren resultados y se permita a estudiantes fracasados mantenerse, lo que pone en riesgo la acreditación del RCM, según varios entendidos.
Ríos siempre ha sido una activista política que llegó al puesto de rectora bajo la administración de Ricky Rosselló, a quien ella misma ayudó a obtener un puesto de catedrático en la universidad. Ella fue rectora del RCM cuando el secretario de Salud era el Dr. Rafael Rodríguez Mercado, pero quien administraba todo en Salud era la exvendedora de teléfonos celulares, Mabel Cabeza, quien fue ubicada allí por el cabildero Elías Sánchez. Rodríguez Mercado fue destituido de la secretaría de Salud por la exgobernadora Wanda Vázquez cuando dijo que el Covid-19 no llegaría a Puerto Rico porque no había vuelos directos de China a San Juan.
Varios médicos describen a Ríos como una persona altanera, prepotente y que exige a los subalternos que le rindan pleitesías, que sólo responde a cabilderos y políticos. También se sabe que Ríos ha protegido a otros casos de estudiantes que estuvieron en probatoria, o que se copiaron en exámenes, pero ella no los suspendió ni fueron destituidos del RCM, como exige el reglamento, porque son hijos de activistas o figuras del PNP.
Varias fuentes en Salud y en el RCM apuntan a que Ferrao cambió de parecer y después de pedir la destitución, ahora protege a Ríos porque ha sido presionado por figuras, entre las que mencionan al exsecretario Rodríguez Mercado y a los expresidentes Norman Maldonado y José Saldaña.
También trascendió que Ríos no quiere dar a conocer la lista de los facultativos que han sido admitidos al RCM que no aceptaban pacientes de reforma y que entraron para cualificar para el 4% de incentivo a los médicos.