San Juan, 10 feb (EFE News) – La divulgación de los primeros contratos en el Senado de Puerto Rico, incluido el concedido a un ex convicto federal por fraude, y de los elevados salarios de los empleados de la Cámara de Representantes levantan sombras en el inicio del cuatrienio en las dos cámaras legislativas.
La información divulgada este miércoles de que uno de los contratistas del Senado es Melvin Pagán, que fue declarado culpable en 1992 de delitos federales por fraude, sembraron las primeras dudas en el inicio de la andadura del Legislativo puertorriqueño, que en los últimos años se ha visto en varias ocasiones «salpicado» por casos de corrupción.
Pagán, según detallan medios locales, cuando era empleado del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos manipuló el sistema de datos de desempleo para recibir ilegalmente beneficios por cerca de 100.000 dólares.
Pagán, junto a otros empleados, recibió sentencia de libertad condicional de tres años y tuvo que restituir la cantidad defraudada.
El portavoz del opositor Partido Popular Democrático (PPD) en el Senado -quien contrato a Pagán-, Javier Aponte, dijo no conocer esta situación, además de subrayar que en el registro de antecedentes penales que se examina como parte de la contratación en el Legislativo no fue detectada esa información.
DOS CONTRATOS POR $120,000 CADA UNO
El presidente del Senado, José Dalmau, también del PPD, autorizó por su parte ya dos contratos, hasta el próximo 30 de junio, de $120,000 cada uno a su asesor de prensa, José Cruz.
A pesar de lo elevado de la cuantía, Dalmau defendió que los contratos suponen un ahorro considerable en las áreas de prensa, comunicaciones e informática si se compara con los gastos de su antecesor, Thomas Rivera, Schatz, el pasado cuatrienio.
El primero de los contratos asciende a 120.000 dólares y Cruz aparece como asesor en informática y sistemas, lo que incluirá la gestión de la página en internet del Senado.
El segundo contrato, de la misma cuantía, es como asesor en comunicaciones, prensa e imagen, lo que incluye la coordinación y asistencia de eventos de proyección pública del presidente y de todos los senadores.
REESTRUCTURACIÓN DEL ÁREA DE COMUNICACIONES E INFORMÁTICA
Dalmau justificó esos contratos al señalar que reestructuró el área de comunicaciones en informática después de comprobar que había tres estructuras de comunicaciones paralelas durante el mandato de Rivera Schatz, que eran la oficina de prensa del propio presidente de la Cámara alta, del Senado y la Oficina de Asuntos Públicos.
Destaca además otro contrato de asesoría del exsecretario de Estado Ferdinando Mercado, que asesorará a la Oficina del Presidente del Senado con un contrato de $40,000 firmado el 4 de febrero que se prolongará hasta el 30 de junio.
Mercado fue presidente del Comité de Transición de Dalmau.
El presidente del Senado señaló que Mercado actuará como secretario de presidencia, asesorándole en todos los asuntos legislativos y administrativos.
Además de los contratos, causó sorpresa la divulgación de los contratos en la Cámara de Representantes.
El secretario de la Cámara baja, Javier Gómez, y al principal asesor de la presidencia, Ryan Hernández, se embolsarán cada uno mensualmente $10,000, cuando el salario mínimo en la isla supera por poco los $1,000.
El administrador de la Cámara de Representantes, Manuel Díaz, se mete en el bolsillo cada mes $9,000, mientras que la directora de la oficina de asesores del presidente se lleva $8,500.
El salario del presidente, Rafael Hernández, es de una cantidad de $9,921 mensuales.
La nómina mensual de la Cámara baja asciende a $1.4 millones para un total de 501 empleados.
Solamente Luis Ortiz, del opositor PPD, cuenta con 26 empleados para su oficina que suponen un gasto mensual de más de $34,000.