San Juan, EFE – La comisionada residente, Jenniffer González, informó este viernes, que junto a un grupo de congresistas suscribió una carta a la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF, en inglés) pidiendo la reconstrucción del Observatorio de Arecibo, destruido en 2020.
«Estamos preocupados por el futuro del Observatorio y apoyamos el uso de cada una de las tecnologías actualmente presentes, así como potenciales nuevos instrumentos», sostuvo González en un comunicado de prensa.
No obstante, indicó que ella y el grupo de congresistas y senadores cree que la solicitud de propuesta actual (NSF 23-505) «se queda corta en la utilización completa de todos los instrumentos disponibles en el Observatorio de Arecibo».
Según relató, la NSF publicó en octubre una solicitud de programa para un nuevo acuerdo de cooperación de cinco años para administrar el Observatorio de Arecibo.
La propuesta busca un reenfoque del centro a uno de educación e investigación correspondiente a Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM) y no considera la posibilidad de reconstruir un nuevo radiotelescopio que reemplazaría el de 305 metros que colapsó en diciembre de 2020.
Además, la solicitud no incluye otros instrumentos científicos con los que actualmente cuenta el centro, como la antena de 12 metros y la instalación LIDAR.
Ante ello, los legisladores piden al director de la NSF una propuesta actualizada que incluya todo el conjunto de instrumentos en el Observatorio, que aclaren la colaboración con otras agencias previo a llegar a la decisión de la solicitud, propongan tecnologías actuales y que se trabaje con una perspectiva de seguridad nacional.
Sobre el enfoque educativo, subrayan que respaldan toda inversión federal para la educación CTIM, pero entienden que el nuevo enfoque se queda corto al excluir la operación de los instrumentos científicos que ya están ahí, que permitían que el Observatorio analice directamente nuevos datos científicos.
«La propuesta para el próximo acuerdo que comienza el año que viene para manejar el Observatorio dejaría a la facilidad notablemente en desuso y, según escrita, limita consideraciones para la reconstrucción de tecnología que podría reemplazar el radio telescopio de 305 metros», afirmó González.
El colapso del radiotelescopio el 1 de diciembre de 2020 supuso el final de una era para una parte de la investigación científica y en el turismo de la isla.
La plataforma del radiotelescopio se desplomó debido a fallos estructurales que arrastraba desde hacía meses y que llevaron a la NSF a anunciar su desmantelamiento.
La estructura tenía un peso de 900 toneladas y un plato reflector de mil pies de ancho.
El primero de los fallos ocurrió en agosto de 2020 al romperse uno de los cables, hecho que se agravó el 6 de noviembre al resquebrajarse un segundo quedando extremadamente debilitado.
El Observatorio de Arecibo proporcionó datos sobre más de 40 púlsares, estrellas de neutrones con densidad extrema e intensos campos magnéticos, durante 15 años para un estudio en el que científicos internacionales fortalecieron la evidencia de ondas gravitacionales de frecuencia ultrabaja.