San Juan (EFE) – El juez Pedro Delgado Hernández, del Tribunal Federal en San Juan, sentenció este viernes al exboxeador puertorriqueño Félix Verdejo a cumplir dos cadenas perpetuas por el secuestro y la muerte de la joven Keishla Rodríguez, que estaba embarazada cuando fue asesinada en abril de 2021.
Delgado impuso una sentencia a cadena perpetua por el cargo del secuestro que culminó con la muerte de Rodríguez, quien era pareja del exboxeador, y otra condena similar por terminar con la vida del bebé por nacer.
Verdejo guardó silencio cuando se le dio la oportunidad de hablar ante el Tribunal, cuya sentencia pone fin a un controvertido y mediático caso que sacudió a la sociedad puertorriqueña.
«Cobarde, infeliz, te vas a pudrir en la cárcel», le dijo a Verdejo la hermana de Keishla, Bereliz Rodríguez, tras la sentencia.
Por su parte, el comisionado de la Policía de Puerto Rico, Antonio López, indicó en un comunicado que «la familia de Keishla, que luchó incansablemente por encontrar la justicia, hoy puede salir del Tribunal con la paz de ver la convicción de quien le arrebató a uno de sus seres más amado».
«Agradezco a los compañeros fiscales federales y agentes del FBI por el esfuerzo rendido que resultó en la convicción de Félix Verdejo», añadió López.
Un jurado declaró culpable el pasado 29 de julio a Verdejo, tras casi un mes de juicio, al determinar que cometió junto al coacusado Luis Antonio Cádiz el secuestro que resultó en la muerte de Rodríguez y de su hijo por nacer.
El jurado no llegó a un veredicto unánime sobre los cargos de robo a mano armada y portación de un arma de fuego durante la comisión de un delito.
La Fiscalía explicó en su nota que el 29 de abril de 2021 Verdejo ejecutó «un plan premeditado» para asesinar a Rodríguez y su hijo por nacer al atraer a la joven a su vehículo con la ayuda de Cádiz.
El expúgil golpeó a Rodríguez, le inyectó drogas y luego la amarró con alambre metálico a un bloque de cemento, para posteriormente arrojarla a la Laguna San José desde el puente Teodoro Moscoso, en el área metropolitana.
El FBI estuvo a cargo de la investigación con la estrecha colaboración y apoyo del Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico, el Negociado de la Policía de la isla y el Departamento de Justicia.
«Esta sentencia debe servir de lección para otros. No importa la fama, el dinero ni el poder que creas tener, si violas la ley, tendrás que responder», sentenció López.