Por Nellie Torres de Carella
Patóloga del habla y lenguajeDirectora, Instituto Fonemi de Puerto Rico
Lo que los niños con necesidades especiales requieren antes, durante y después de una tormenta o huracán.
A continuación unas recomendaciones muy importantes sobre lo que los niños con necesidades especiales requieren antes, durante y después de un fenómeno atmosférico, como una tormenta o huracán:
- Almacene dietas especiales suficientes para 2 semanas, si su niño requiere una dieta especial o si tiene una dieta limitada porque tiene problemas de alimentación. Lo ideal sería preparar algunas comidas con anticipación.
- Luego del paso del sistema y después de revisar y organizar su hogar, si los servicios terapéuticos son suspendidos por la ausencia de electricidad, comience a darle seguimiento en el hogar a las recomendaciones de las mismas. Se ha comprobado que los niños con necesidades especiales que cesan de recibir los servicios por un tiempo prolongado pueden tener un retroceso.
- Si su niño es sordo, debe tener baterías adicionales para sus audífonos.
- Tenga accesible juguetes que son de alto interés pare él o que lo calmen en momentos de estrés.
- Si es sensible a los ruidos, posiblemente va estar angustiado con el ruido de los vientos, en ese caso, unos audífonos que bloqueen o disminuyan el ruido son recomendables.
- Si se asusta cuando se vaya la electricidad porque tiene problemas sensoriales, tenga suficientes linternas de baterías y lámparas de gas.
- No pretenda que nada está pasando ni evite hablar del huracán. Los niños sacan conclusiones, a veces equivocadas, de acuerdo a como los padres y madres manejan una crisis. Si le explican lo que está pasando, sin mucho detalle, con una voz calmada y un tono positivo, va a sentirse seguro. Si no tiene idea de lo que está pasando, estará angustiado.
- Trastoque lo menos posible la habitación de su hijo. Estos niños se alteran con cambios en rutina.
- Prepare con anticipación actividades que pueda hacer con él y que sean de su agrado. Esas horas parecerán interminables y un niño aburrido y temeroso presentará conductas inapropiadas que complicarán aún más la situación.
- Durante el pasó del sistema, manténgalo ocupado con los juguetes o tareas que le gustan. En lo posible, siga la rutina de acostarlo, tanto a la hora usual, como el ritual diario. Lo mismo aplica a las comidas.
- Controle sus nervios, constantemente dígale que está seguro y que todo va a estar bien.