San Juan, 23 nov (EFE) – La alcaldesa de Morovis, Carmen Maldonado, anunció este martes la aprobación de la ordenanza número 4 que permitirá el cierre de los negocios que venden alcohol a medianoche, en respuesta a la criminalidad que golpea el municipio en los últimos meses.
«Ante el alza en la incidencia criminal en todo el país hemos analizado la situación con nuestro equipo de seguridad y estamos tomando acción preventiva para determinar que el cierre de este tipo de establecimientos sea desde las 12:00 de la medianoche hasta las 6:00 de la mañana, los siete días de la semana», señaló la alcaldesa en un comunicado.
Maldonado señaló que la aplicación de dicha ordenanza, de carácter inmediato, estuvo precedida por una reunión con los comerciantes moroveños efectuada el pasado 7 de septiembre de 2021, donde se dialogó ampliamente sobre el tema.
En el caso de las gasolineras y negocios cuyos principales ingresos no sean el expendio de bebidas alcohólicas podrán continuar ofreciendo servicios, con excepción de la venta de alcohol, y a esos efectos exhibirán un rótulo informativo.
Del documento presentado a la prensa se desprende que la única excepción aplica a los comercios previamente reglamentados por la Compañía de Turismo de Puerto Rico, que tiene sus disposiciones particulares.
Las multas establecidas para los violadores de la Ordenanza es de $500 por la primera infracción y $1,000 por la segunda infracción y posteriores.
En casos particulares donde se viole la ordenanza de manera constante, dicha conducta podrá conllevar la revocación y cancelación de los permisos que el Municipio concede al establecimiento.
El aumento de la criminalidad estambién el motivo por el que el comisionado del Negociado de la Policía, Antonio López, se desplazó este mediodía al municipio de Guayanilla para analizar con el alcalde, Raúl Rivera, el alza en los asesinatos, que suman ocho desde que comenzó el 2021.
Los dos últimos asesinatos en Guayanilla se registraron los pasados días domingo y lunes.
El incrementos de las muertes violentas se atribuye a una supuesta guerra por el control de los puntos de venta de droga en residenciales del municipio.
Desde el año 2016, cuando fueron asesinadas 11 personas en ese municipio, no se registraba una escalada de muertes violentas de la magnitud actual.